El exteniente Ronald Ojeda escribió sus memorias en 185 páginas tras escapar de Venezuela luego de ser acusado de traición al régimen de Nicolás Maduro, reveló su hermano Javier Ojeda.
“No alcanzó a publicarlo, pero él sabía que el régimen lo estaba cazando. Por eso me lo dio”, comentó el hermano de la víctima a La Tercera.
El diario chileno tuvo acceso a esas 185 páginas en las que Ronald Ojeda relató además de su escape del país, su “adoctrinamiento” en el Ejército venezolano; su detención por una presunta conspiración en contra del dictador Nicolás Maduro y las torturas a las que fue sometido.
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En una publicación realizada este domingo, el diario chileno reseñó algunas de las crudas vivencias que escribió Ojeda antes de su desaparición el pasado 21 de febrero, cuando fue secuestrado de su apartamento en Santiago.
El venezolano contó que tras ser detenido despertó en una celda de una cárcel de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) sucia, totalmente oscura y sin luz donde la arrojaban comida al piso, sin platos: una arepa y lentejas.
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Una vez terminaba, lo llevaban a sesiones de tortura e interrogatorios. También escuchaba cómo torturaban también a otros acusados en celdas vecinas. Según La Tercera, así describió esas sesiones:
“Las descargas eléctricas se convierten en una práctica rutinaria al momento de hacerte hablar. Comienzan con leves sesiones, que aumentarán progresivamente dependiendo el grado de información que le suministres. (…) La asfixia mecánica y golpes con barras metálicas envueltas en esponja es para demostrarte que la ley allí no existe. Los cuartos oscuros y celdas aisladas tienen como fin dominar tu mente, llevarte al conflicto interno para asumir la autoculpa, el autoseñalarte como victimario; decirle al sistema que aceptas lo impuesto como flagelo por el pecado cometido”. También detalla cómo era colgado de una pared durante horas, o que le sumergían la cabeza en un balde con agua “para que hablara y dijera algún testimonio que ellos querían que repitiera”, detalló el exteniente.
También contó que durante 13 días, debido a la falta de aseo en la cárcel, desarrolló picazón y sarna.
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