El gobierno de Joe Biden otorgó hace varios meses una autorización limitada a cinco compañías petroleras estadounidenses para reanudar el bombeo de petróleo desde Venezuela, a cambio de que el régimen venezolano y la oposición llegaran a un acuerdo de ayuda humanitaria y de retomar las negociaciones para resolver la crisis política del país.
Luis Fleischman, en una publicación en realclearenergy.org, señaló que pese a esto otras sanciones impuestas a Venezuela siguen vigentes y recordó que según el Departamento del Tesoro, Estados Unidos seguirá responsabilizando a cualquiera que “participe en actos de corrupción, viole las leyes estadounidenses o abuse de los derechos humanos en Venezuela”. Aunque también ha reiterado que si el régimen da más pasos en las negociaciones es posible que se eliminen las futuras sanciones.
Aunque la Administración Biden niega que este acuerdo sea el resultado de la crisis energética mundial y su impacto en los precios del petróleo, algunos creen que podría ayudar a reducir los precios de la gasolina a medida que se agrega más petróleo al mercado mundial. Otros creen que no será suficiente.
En su opinión, la situación venezolana es peligrosa para toda la región, pues la revolución bolivariana ha traído miseria, delincuencia y bancarrota, y es un fenómeno transnacional que pone en peligro la seguridad regional, incluida la de los propios Estados Unidos. China, Rusia, Irán y los cárteles de la droga ya están profundamente involucrados en la región.
Para Fleischman es evidente que la política de “máxima presión” del gobierno de Donald Trump no logró los objetivos previstos y ante la ausencia de alternativas, vale la pena probar esta opción.
Con información de realclearenergy.org.