Arabia Saudí recibió al dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, en una visita oficial, un nuevo acercamiento a otro enemigo de Estados Unidos (EEUU) dentro de la ajetreada actividad diplomática del reino petrolero.
Maduro llegó el domingo por la noche a la ciudad de Yeda, en el Mar Rojo, donde fue recibido por funcionarios saudíes, según la Saudi Press Agency, una agencia estatal.
Aunque no se informó del motivo de la visita ni los detalles de su agenda, Arabia Saudí celebra esta semana una conferencia internacional sobre lucha contra el extremismo en la capital, Riad. La cumbre estará copresidida por el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken.
Arabia Saudí es un aliado cercano de Estados Unidos desde hace décadas, aunque las relaciones se han enturbiado en los últimos años. El reino ha restablecido en los últimos meses sus lazos con la teocracia iraní y con el presidente de Siria, Bashar Assad, dos gobiernos repudiados en Occidente.
Los saudíes recibieron el mes pasado al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, un estrecho aliado de Occidente, en una cumbre de la Liga Árabe. Pero unos días después recibieron a un importante dignatario ruso sujeto a sanciones occidentales.
El gobierno saudí dice que defiende sus intereses nacionales en un mundo cada vez más definido por la competencia entre superpotencias. Los expertos señalan que el frenesí diplomático va dirigido a reforzar la estabilidad regional y mejorar la imagen del reino, que busca inversiones internacionales para enormes proyectos de desarrollo.
Maduro fue reelegido en 2018 después de que los jueces inhabilitaran a sus principales rivales, lo que hundió al país en una grave crisis política y económica. La mayoría de los partidos de oposición rechazaron los resultados electorales e impugnaron el gobierno de Maduro al crear un gobierno interino, un intento de cambio que ha perdido fuerza en los últimos dos años.
Washington apoyó a la oposición e impuso duras sanciones sobre el gobierno autocrático de Maduro, con el objetivo de fomentar cambios. pero el gobierno de Maduro se enrocó y resistió las sanciones con apoyo de Rusia, Turquía e Irán.
Voz de América