Hugo Briceño lleva ocho años sin pasar las navidades con su familia. Es taxista y está detenido en El Helicoide, una de las sedes del Servicio de Inteligencia Nacional Bolivariana (SEBIN), por “simplemente” ser compadre de un diputado del Parlamento de 2015, de mayoría opositora, asegura su padre.
“Le pasó lo mismo que al secretario de [Juan] Guaidó, que lo agarraron preso igual”, afirma su padre, Hugo Briceño, mientras recuerda que, tras ocho años, el juicio de su hijo no ha comenzado.
Minutos antes de recibir los obsequios que, como ha ocurrido en los últimos años, el Foro Penal, una organización de derechos humanos, entrega a los hijos de presos políticos con motivo de la Navidad, Briceño recuerda lo difícil que ha sido para la familia hacer frente a la situación.
La iniciativa de Foro Penal de repartir regalos a más de 300 hijos de presos políticos venezolanos tiene como propósito atenuar la tristeza de los familiares durante las festividades decembrinas, apoyarlos y recordar que “injustamente” se encuentran detenidos por motivos políticos, dijeron directivos de la organización.
A Briceño padre le ha tocado criar a sus nietos de 14, 11 y 9 años, una tarea que no ha sido “fácil” pues está solo con su esposa. Sus otros dos hijos “huyeron” a Estados Unidos porque en Venezuela “los estaban persiguiendo”, dijo.
“Esto me da fortaleza para seguir luchando junto con ellos por la libertad de mi hijo. Yo me he encargado del crecimiento, de la educación de mis nietos. No es fácil. Los primeros años pude pagar un abogado, pero ya no se puede pagar. Yo agradezco el apoyo del Foro Penal”, relata el hombre.
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