La “nevada apocalíptica” predicha por los meteorólogos finalmente llegó a Moscú. Un manto de nieve de 56 centímetros de grosor cubrió a la capital rusa durante este sábado.
El temporal invernal, que paralizó el tráfico y obligó a retrasar decenas de vuelos, representó un hecho no visto en al menos ocho años.
Fue en 2013 cuando Moscú registró una nevada similar a la de este fin de semana.
Los especialistas indicaron que si las precipitaciones se mantenían constantes, se podía alcanzar el récord de 1956, cuando 60 centímetros de nevisca sepultaron a la denominada “Ciudad de las Cúpulas Doradas”.