Los austriacos votaban este domingo en una elección presidencial que apunta a mantener en su cargo al ecologista Alexander Van der Bellen, considerado un elemento de estabilidad en el país, que enfrenta una crisis energética y una elevada inflación.
Con una campaña basada en el lema de «claridad», Van der Bellen es el favorito para ganar la contienda y asegurar un segundo mandato. Sus seis contrincantes aparecen rezagados en las encuestas.
Según los sondeos, este profesor de economía de 78 años y tendencia pro-Europea alcanzaría más de 50% de los sufragios, lo que le permitiría evitar un balotaje.
Unas 6,4 millones de personas están llamadas a las urnas, de una población total de 9 millones.
Los centros de votación en Viena y gran parte del resto del país abrieron a las 07H00 (05H00 GMT), y cerrarán a las 17H00 (15H00 GMT). Las primeras proyecciones se conocerán justo después.
En su campaña, el presidente saliente se presenta como «la opción segura en tiempos tormentosos», ante los efectos de la invasión rusa a Ucrania, que ha impulsado la inflación en toda Europa.
Entre sus rivales están Walter Rosenkranz, del Partido Libertad, de extrema derecha, y el rockero Dominik Wlazny, fundador del Partido Cervecero.
El analista Thomas Hofer consideró «crucial» que Van der Bellen evite un balotaje como en 2016, cuando tuvo que encarar una campaña «muy divisiva y hostil».
«Van der Bellen representa la integridad y la estabilidad, lo que es muy apreciado por los votantes dada la multitud de crisis que enfrentan muchos países europeos», comentó a AFP Julia Partheymueller, analista de la Universidad de Viena.
AFP.