Tras un espectacular debut, Inglaterra ofreció este viernes su versión más pragmática para asegurar un empate 0-0 ante una mejorada Estados Unidos con el que pone un pie en los octavos de final de Catar-2022.
Inglaterra, que podía clasificar con antelación con una victoria, mostró poca ambición y se vio superada en varias fases del partido por el joven combinado norteamericano sobre el césped del estadio Al Bayt de Al Khor.
Al equipo de Gareth Southgate, que lidera el Grupo B con cuatro puntos, le basta para clasificar con no ser goleado en la última jornada ante su vecina Gales, última con una unidad, y un triunfo le garantiza la primera plaza.
«Sabemos que podemos jugar mejor, eso seguro, pero es un empate en el Mundial, donde ningún partido es fácil», declaró el capitán inglés, Harry Kane. «Quizá la gente pensó, después de nuestro primer partido (6-2 a Irán) que íbamos a aplastar a nuestros rivales, pero no es así».
Por su parte Estados Unidos, tercera con dos puntos, tendrá que batir a Irán, que tiene tres, para avanzar a los octavos.
Este viernes, los norteamericanos dejaron mejores sensaciones que en el estreno ante Gales (1-1) en una cita de gran trascendencia para el fútbol estadounidense, próximo coorganizador del Mundial en 2026.
«Hemos demostrado mucha confianza y competido contra un gran equipo. Esperamos que mucha gente esté orgullosa en el país», declaró Pulisic, elegido el mejor jugador del partido.
«Esto debe darnos confianza para el último partido, en el que la victoria es imprescindible», recordó. «Tenemos que trabajar, aún no estamos donde queremos».
Con la segunda plantilla más joven del Mundial, el técnico estadounidense, Gregg Berhalter, buscó experiencia alineando cinco futbolistas que militan en la Premier League incluida su figura Pulisic, que tuvo la mejor ocasión en un remate al larguero.
Southgate, de su lado, no se guardó nada en la reserva y desplegó el mismo once que ante Irán. Ni siquiera dio descanso a Kane, el más insustituible de todos, que se había retirado del choque anterior cojeando del pie derecho.
«Sabía que después de un (partido de) nivel tan alto sería difícil repetir esa actuación», reconoció el técnico. «No tuvimos la misma velocidad, pero eso va a pasar. No vamos a pasar por un torneo y arrasar con todos. A veces hay que mostrar diferentes cualidades para conseguir el resultado».
«Estamos en una posición muy fuerte en la clasificación. Si somos capaces de ganar el último partido, ganaremos el grupo y eso es un objetivo», subrayó.
– La imbatibilidad se mantiene –
Inglaterra arrancó el juego tomando la iniciativa pero, con una parsimoniosa salida de balón, su dominio resultaba estéril.
El talentoso Jude Bellingham, una de las nuevas sensaciones del fútbol europeo a sus 19 años, se contagió del ritmo y no logró activar en las bandas a las flechas Saka y Sterling.
Al tiempo que mantenía alejado el peligro, Estados Unidos se iba atreviendo a avistar el arco de Jordan Pickford.
Las primeras aproximaciones llegaron con un cabezazo desviado del delantero Haji Wright, la única novedad en el once inicial, y un remate alto de Weston McKennie cuando estaba completamente solo en el corazón del área.
Estados Unidos se veía capaz de explotar su mayor arma, la verticalidad de potentes volantes como McKennie o Yunus Musah y del extremo Tim Weah, autor del único gol ante Gales.
También llegaron las apariciones de Pulisic, tan esporádicas como dañinas. En el minuto 33 recibió la pelota en el pico derecho del área y sorprendió a la zaga inglesa con un zurdazo que se estrelló en el travesaño.
El delantero esperaba ansioso este partido para reivindicarse después de meses complicados en el Chelsea.
El pelotazo en la madera resonó en el imponente estadio Al Bayt y espabiló a los ingleses, que antes del descanso respondieron con un disparo desviado de Saka y otro de Mason Mount que atajó Matt Turner con una gran estirada.
A la vuelta del vestuario, Estados Unidos siguió llamando a la puerta del arco inglés alentado por gritos de ‘USA, USA’ entre los 68.463 espectadores de las gradas.
Southgate reaccionó relevando a Bellingham y acudió a su lujoso banquillo para refrescar los extremos con Marcus Rashford y Jack Grealish.
El jugador del Manchester City dio algo de vitalidad al ataque inglés y Kane tuvo una última ocasión en el descuento con un cabezazo en el área pero Estados Unidos acabó manteniendo su imbatibilidad ante Inglaterra en sus tres enfrentamientos en Mundiales.
AFP.