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Juez del Tribunal Supremo de Brasil ordenó la detención de exministro de Justicia de Bolsonaro

Las autoridades brasileñas ampliaron sus esfuerzos para castigar a los responsables de los asaltos a las sedes oficiales en Brasilia, con las órdenes de arresto de dos exaltos funcionarios, entre ellos un estrecho aliado del expresidente Jair Bolsonaro.

Anderson Torres, exministro de Justicia del líder ultraderechista, recibió una orden de prisión de un juez de la Corte Suprema por su presunta «omisión y connivencia» con los desmanes del domingo como secretario de Seguridad de la capital, un cargo del que fue despedido tras los disturbios.

El magistrado Alexandre de Moraes consideró «potencialmente criminal» la «omisión de las autoridades públicas» con los miles de seguidores radicalizados de Bolsonaro que invadieron los edificios de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema, buscando la caída del presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.

Blanco de cuestionamientos de Bolsonaro mientras estuvo en la presidencia, Moraes calificó los destrozos como «tragedia anunciada» debido a la publicidad previa con que contaron los actos golpistas en redes sociales.

Por ello, también dispuso la captura del comandante de la policía militar del Distrito Federal, el coronel Fabio Augusto, retirado del cargo tras los hechos y ya bajo custodia de las autoridades, según medios locales.

«La democracia brasileña no será golpeada, mucho menos destruida, por criminales terroristas», dijo el juez en su decisión, que comparó con la actitud de Winston Churchill para combatir a los nazis en la Segunda Guerra Mundial.

Torres, que niega «cualquier tipo de connivencia con las barbaries», dijo el martes en Twitter que interrumpirá sus vacaciones en Estados Unidos y regresará a Brasil para «presentarse a la justicia y cuidar» de su defensa.

Su antiguo jefe, el ultraderechista Bolsonaro, también en Estados Unidos, dejó este martes el hospital donde se encontraba internado desde el domingo por dolores abdominales y regresó a la casa de un exluchador de artes marciales que le hospeda al sur de Orlando, constató un fotógrafo de la AFP.

AFP.