El papa Francisco reclamó este miércoles desde una audiencia general celebrada en la Plaza de San Pedro, que no puede tolerar que el «Mediterráneo se convierta en una tumba o en un lugar de conflicto».
La máxima autoridad hizo esta reflexión recordando su viaje el pasado 22 y 23 de septiembre a Marsella, en Francia, para clausurar los Encuentros Mediterráneos, un evento donde obispos y jóvenes de la región abordaron el tema de las migraciones.
“¡El Mediterráneo es cuna de civilización, y una cuna es para la vida! No es tolerable que se convierta en tumba, y tampoco en lugar de conflicto. No. El mar Mediterráneo es lo más opuesto que hay al enfrentamiento entre civilizaciones, a la guerra, a la trata de seres humanos”, dijo el Papa durante la audiencia.
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Y agregó: “Es lugar de encuentro y no de enfrentamiento, de vida y no de muerte”, e invitó a elegir en estos momentos de migraciones forzadas “entre la indiferencia y la fraternidad”.
Aseguró que el evento de Marsella ha producido “una mirada de esperanza” y que “esta esperanza no puede y no debe volatizarse, no, al contrario, debe organizarse, concretizarse en acciones a largo, medio y corto plazo”.
Y por ello instó a “comprometernos todos para que cada uno pueda vivir en paz, seguridad y prosperidad en el propio país de origen” y para ello se necesita “solidaridad social y compromisos concretos por parte de los Gobiernos a nivel local e internacional”.
Con información de EFE