El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, condenó este martes los asesinatos de civiles palestinos que intentaban acceder a “cantidades ínfimas de alimentos” en las inmediaciones de un centro de distribución de ayuda de una fundación israelí-estadounidense.
“Los ataques contra civiles constituyen una grave violación del derecho internacional y un crimen de guerra”, advirtió Türk en un comunicado oficial, señalando que los palestinos están enfrentando un escenario devastador: “morir de hambre o arriesgarse a ser asesinados mientras buscan comida”.
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El funcionario también denunció el sistema militarizado de distribución de ayuda impuesto por Israel, que excluye a las agencias de la ONU, como una violación directa de las normas internacionales. “Este mecanismo pone en peligro vidas humanas”, recalcó.
Por su parte, el Secretario General de la ONU, António Guterres, calificó los hechos de “inaceptables” y expresó su profunda preocupación por la situación humanitaria en Gaza.
“Los civiles arriesgan su vida, y muchas veces la pierden, para obtener comida”, lamentó Guterres, quien reiteró el derecho fundamental de los palestinos a una alimentación adecuada y a no padecer hambre.
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El Secretario General insistió en la necesidad de restablecer el flujo masivo de ayuda humanitaria con una participación activa de la ONU y recordó que “Israel tiene la obligación clara, en virtud del derecho internacional, de permitir y facilitar la asistencia vital para los civiles que la necesiten”.