Cambios en la política hacia América Latina: eso es lo que ocurriría en Estados Unidos si Joe Biden, el ex vicepresidente que lucha para volver a la Casa Blanca, obtiene la victoria en los comicios del próximo 3 de noviembre.
Biden, que en los últimos años de la administración Obama puso su foco en los problemas de la región, tomaría distancia de las duras prácticas migratorias implementadas por Donald Trump. Atrás quedaría, por ejemplo, la separación de familias inmigrantes, en la frontera con México.
El demócrata también sustituiría la política de las amenazas a los países vecinos, por una que incentive las ayudas económicas. De manera adicional, el ex senador favorecería la asistencia en materia anticorrupción, la lucha contra el crimen organizado y la creación de empleos, particularmente en las naciones que forman parte del triángulo norte de Centroamérica.
De acuerdo con varios de sus asesores, Joe Biden cree que su país ha actuado, por mucho tiempo, como el policía que reprime y que impone su voluntad.
“El vicepresidente cree que Estados Unidos debe operar con respeto mutuo y un sentido de responsabilidad compartida”, llegó a decir Jake Sullivan, hombre clave en la creación del programa que fue presentado, por el aspirante demócrata, en material de política exterior.
¿Qué pasará con Venezuela?
Pocos asuntos son los que logran nuclear los esfuerzos de demócratas y republicanos. Uno de ellos es la crisis política, económica y social que se vive en Venezuela.
Por ese motivo, tanto Donald Trump, como el ex vicepresidente Biden, han mostrado preocupación por lo que ocurre en suelo venezolano.
Según miembros de su equipo más cercano, Joe Biden está dispuesto a hacer esfuerzos para conseguir la restitución de la democracia en la nación petrolera. Sin embargo, sus diligencias se desarrollarían desde una óptica distinta.
Antes de apoyar plenamente a Juan Guaidó, actual presidente interino de Venezuela y líder de la Asamblea Nacional (AN), un eventual gobierno Biden se decantaría por establecer conversaciones directas con el dictador Nicolás Maduro.
Tras haber hecho contacto con el tirano, tanto el demócrata, como el resto de su administración, buscaría hacer presión para obligarle a aceptar y a realizar elecciones transparentes, justas y verificables.