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Catar espera la llegada de Neymar y Suárez a un día del Mundial

A un día de que la selección anfitriona de Catar levante el telón de ‘su’ Mundial en el choque inaugural ante Ecuador, el emirato espera este sábado la llegada del Uruguay de Luis Suárez y del Brasil de Neymar, que será el último equipo en aterrizar.

En busca de un sexto título mundial, la Seleçao estuvo ejercitándose en Turín (Italia) en su puesta a punto y está previsto que llegue a su cuartel general en Catar en la noche del sábado al domingo.

Messi llegó con Argentina en la madrugada del miércoles al jueves a su alojamiento en la Qatar University, pero desde que aterrizó en el aeropuerto Hamad la prensa no le ha podido ver.

Fotógrafos y camarógrafos solo pudieron seguir desde una distancia considerable la entrada del autocar de Argentina en su hotel y desde entonces Messi permanece en el búnker albiceleste.

El jueves participó en un entrenamiento cerrado y el viernes se quedó con un pequeño grupo de jugadores en el gimnasio durante los quince minutos abiertos a la prensa, dejando frustrados a los centenares de periodistas congregados para ver en acción al siete veces Balón de Oro.

Este sábado habrá una nueva oportunidad, con otra práctica abierta igualmente los quince primeros minutos a la prensa.

«Si no pudiera ganar España el Mundial, me gustaría que fuera Argentina por Leo Messi», dijo el seleccionador español, Luis Enrique Martínez, en su debut como ‘streamer’ en su nuevo canal de la plataforma Twitch.

España había llegado en la noche del jueves al viernes a Catar y Cristiano Ronaldo lo hizo el viernes con Portugal.

Otro de los candidatos al título, Bélgica, llegó en la noche del viernes al sábado a Doha procedente de Kuwait, donde perdió 2-1 ante Egipto en su último partido de preparación.

– Un camino tortuoso –

Con los equipos y los hinchas llegando a Catar, todo parece preparado para un torneo que el emirato espera con ilusión desde que hace doce años recibió el encargo de organizar el primer Mundial en un país árabe.

En este tiempo, la organización del torneo ha tenido que enfrentarse a multitud de críticas, acusaciones y especulaciones.

Primero de todo, las sospechas de corrupción por la obtención de la sede, en un proceso de candidaturas en el que también era aspirante, por ejemplo, Estados Unidos.

También ha sido crítico por el impacto medioambiental de un evento que ha necesitado la construcción de siete estadios y la renovación de un octavo, además de otra serie de infraestructuras.

Pero una cuestión que ha generado gran repercusión y debates a escala internacional ha sido la de los derechos humanos en el emiratos, especialmente en el trato a las mujeres o las personas LGTBQ+, en un país en el que la homosexualidad y las relaciones sexuales fuera del matrimonio son delitos.

Diversas selecciones han multiplicado los mensajes al respecto y se esperan gestos simbólicos o mensajes a lo largo de la competición.

También está sobre la mesa la situación de los trabajadores migrantes, que hacen funcionar un país de menos de tres millones de habitantes y en el que el 90% son extranjeros.

«Decir que no debemos centrarnos en los derechos humanos con motivo del Mundial es algo que me ha irritado de verdad», dijo el viernes el presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Bernd Neuendorf.

El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó también el viernes que no es el momento de «juzgar» la elección de Catar como sede y deseó que los futbolistas «jueguen bien para dar un espectáculo».

El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, criticó el viernes las «lecciones de moral» y la «hipocresía» de los críticos al evento.

«Hoy me siento catarí, hoy me siento árabe, hoy me siento africano, hoy me siento gay, hoy me siento discapacitado, hoy me siento un trabajador migrante», dijo el dirigente italo-suizo.

Catar insiste en que está preparado para recibir al mundo sin discriminaciones.

El jueves, sin embargo, el emirato dio marcha atrás en su compromiso de suavizar temporalmente sus normas sobre la venta de alcohol y no permitirá el plan previo de vender de cerveza antes y después de los partidos en las afueras de los estadios.

AFP.