Miedo, angustia y valentía, son palabras que resumen de alguna u otra forma el ser periodista en Venezuela, ejercer una profesión donde un régimen como el de Nicolás Maduro se afinca en la desinformación, el acoso y en la destrucción de quienes buscan la verdad para el mundo.
Este 27 de junio de 2023, un día que se debería conmemorar por todo lo alto, se ve marcado por quiénes están en el exilio, los que están presos, los que se mantienen dentro del país y son amenazados constantemente o los que simplemente, ya no están.
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En el Día Nacional del Periodista, actualmente, las cifras son alarmantes, puesto que los comunicadores sociales están bajo el liderazgo de un régimen, de una dictadura que comenzó con Hugo Chávez en 1999 y continúa Maduro. ¿Su objetivo? Un mismo criterio y el fin del periodismo libre e informativo.
Tomando esto en cuenta, el Colegio Nacional de Periodista (CNP) precisó que solo entre enero y mayo de 2023 se han registrado 50 agresiones contra periodistas y medios de comunicación.
- 5 por hostigamiento
- 10 por intimidación
- 11 por impedimento de cobertura
- 14 por amenazas
«Desde las altas esferas gubernamentales se insiste en hostigar a la prensa libre para intentar silenciar la información, tratando de imponer además una matriz informativa sin apego a la verdad y al interés colectivo», alertó el secretario general del CNP en Caracas, Edgar Cárdenas.
#1DeJunio #MesDelPeriodista #2023 Entre enero y mayo del 2023, @CNPCaracas, registró 50 casos de agresiones a periodistas y medios. Se insiste en hostigar a la prensa libre para silenciar la información pic.twitter.com/lcCphkyoxw
— Edgar Cárdenas (@Edgarcardenasp) June 1, 2023
Por otra parte y aumentando la aflicción de lo que se ha convertido el periodismo en el país suramericano, el Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela (IPYS), en su reporte titulado «Periodismo bajo las sombras«, recaudo las agresiones contra la prensa en todo 2022.
Los ataques registrados:
- 373 vulneraciones a las libertades informativas (196 en entorno tradicional y 61 en entorno digital)
- 107 emisoras salieron del aire (solo ese año)
- 62 casos documentados de criminalización de la labor periodística, campañas de desprestigio y desinformación por parte de actores de poder.
- 55 hechos en agresiones físicas y verbales que fueron principalmente ejecutados por funcionarios de las fuerzas policiales y militares del régimen venezolano
- 43 incidencias relacionadas con obstáculos para acceder a datos, especialmente al momento de cubrir protestas ciudadanas y hechos noticiosos en los centros asistenciales del país
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- 29 casos de arbitrariedades y violaciones al debido proceso para ejercer presiones contra trabajadores de la prensa y medios de comunicación
- 27 incidencias en el entorno digital, bloqueos de paginas web de medios, hackeo y otros ciberataques
- 21 actos de censura se documentaron. Al menos 56 programas informativos o de opinión dejaron de ser transmitidos en el país, y se constató que directivos de medios de comunicación ordenaron a periodistas no difundir ciertas informaciones
- Un comunicador popular en el estado Apure fue asesinado en enero 2022 a manos de grupos irregulares, quienes permanecen impunes y sin identificar
Con este último punto, es importante resaltar los periodistas que siguen presos y han sido asesinados en Venezuela.
- 2002: Jorge Tortoza Cruz, reportero gráfico del Diario 2001
- 2004: Mauricio Marcano, locutor
- 2006: Jorge Aguirre, reportero gráfico del la Cadena Capriles; Jesús Flores Rojas, coordinador del Diario Región en El Tigre y Pedro Bastardo, reportero
- 2007: Nelson Álvarez Narváez, articulista del Diario el Siglo de Maracay
- 2008. Pierre Fould Gerges, directivo del medio de Diario la Economía
- 2009: Jacinto Elías López Velasco, reportero gráfico; Orel Sambrano, director de Radio América 890 am; William Alexander Hurtado Rivas, diario Las Noticias de Cojedes
- 2011: Wilfred Ojeda Peralta, articulista del diario El Clarín
- 2012: Mijajil Martínez, productor audiovisual
- 2014: Alvarado Cañizales Godoy, director de comunicación
- 2016: Ricardo Durán, jefe de prensa de la Gobernación de Distrito Capital.
- 2017: Yolman Briceño, locutor
- 2019: Ali Domínguez, periodista y activista de derechos humanos
- 2020: José Carmelo Bislick locutor y Andrés Eloy Nieves Zacarías, comunicador popular
Periodistas presos
Detenido en el Helicoide continúa Ronald Carreño. Un caso lleno de irregularidades pero que ha traído consecuencias a su salud, puesto que ha sufrido varias crisis de hipertensión estando en prisión.
Otro de los casos conocidos, es el de los comunicadores sociales Ramón Centeno y Gabriel Guerra, se encuentran presos en la Oficina Nacional Antidrogas (ONA) en San Agustín, Caracas, luego de realizar una entrevista a unos detenidos por supuesta vinculación con el narcotráfico.
De acuerdo al CNP, ambos periodistas permanecen detenidos sin orden judicial y bajo flagrante violación al debido proceso permanecen privados de su libertad.
Tanto a Centeno como a Guerra les imputaron los presuntos delitos de asociación para delinquir, tráfico de influencias y usurpación de funciones.
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Para 2021, la entonces Alta Comisionada de los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, reveló que su oficina había documentado “al menos 66 casos de intimidación, acoso, inhabilitación y criminalización de periodistas, medios de comunicación, defensores de los derechos humanos, trabajadores humanitarios, líderes sindicales y miembros o partidarios de la oposición, incluidos los miembros electos de la Asamblea Nacional de 2015 y sus familiares”, la conclusión es aterradora, porque la mayoría de los casos contra periodistas, por ejemplo, no pasan por la oficina de Bachelet en Venezuela.
Dentro de este orden de ideas, el IPYS destacó un reporte titulado «El Virus de la Censura», en el que se evidencia que dentro del país “se contabilizaron 374 incidencias que acumularon 636 violaciones a las garantías informativas entre enero y diciembre (2020) período en el que una fiebre de represión se dio contra la libertad de expresión y el acceso a la información pública en el país”.
Pasan los años, pero el periodismo sigue siendo la tabla de dardos para la dictadura venezolana. No obstante, la importancia de este día es recordar su conmemoración, y es la libertad de expresión, la libertad por informar, de poder dar a conocer lo que sucede sin que sea un peligro para la integridad del profesional y del lugar donde labora.