Este lunes, la canciller alemana, Angela Merkel, ordenó un cierre navideño inmediato, en medio de una crisis alarmante de casos de coronavirus en el país.
Las nuevas medidas de emergencia entraran en vigencia desde el 16 de diciembre hasta el 10 de enero.
«Todo comercio no esencial, junto a colegios, que pasarán en su mayoría al modo online, y guarderías, que mantendrán solamente unos servicios mínimos para hijos de padres cuya función pública es imprescindible, como médicos, policías o bomberos. Estamos obligados a actuar, y actuamos ahora», detalló Merkel.
El decreto establece que las empresas deberán permitir a sus empleados trabajar desde sus casas o facilitar las vacaciones durante las próximas tres semanas y media.
Solo quedaran abiertos supermercados y farmacias y todo ello seguirá en vigor hasta el 10 de enero, aunque el día 5 volverá a ser examinada la situación para determinar si es necesaria una extensión aseguró Merkel.
Estas medidas buscan evitar claramente hasta las reuniones al aire libre durante el período navideño, de manera que la cadena de contagios pueda frenarse, se permitirá que hasta 10 personas se reúnan en el interior de un vivienda.
Dentro de las actividades permitidas están eventos religiosos en iglesias, sinagogas y mezquitas, solo si se observan estrictas reglas de higiene, pero el canto comunal está prohibido.
“Hubiera deseado medidas más ligeras. Pero debido a las compras navideñas, el número de contactos sociales ha aumentado considerablemente ”, dijo Merkel.
Los niveles de contagios han alcanzado nuevos récord en Alemania en los últimos días y el país ahora tiene el número 12 más alto de casos en el mundo.