Ni que paguen, entran. Así lo deja claro el gobierno de Brasil cuando a través del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública y Asuntos Exteriores emitió una orden este en la que establece como norma “evitar la entrada a Brasil de altos funcionarios del régimen venezolano, que, por sus actos, contradicen los principios y objetivos de la Constitución Federal, violando la democracia, la dignidad de la persona humana y la prevalencia de los derechos humanos”
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