La Comisión Interamericana de Juristas sugirió la disolución de la Asamblea Nacional Constituyente, así como la restauración de los poderes de la legítima Asamblea Nacional como paso elemental para el retorno a la democracia.
El organismo pidió a la comunidad internacional que se involucre en la creación de una comisión de investigación.
El funcionamiento en paralelo de esas dos entidades legislativas, con la primera que usurpa las funciones de la segunda y actúa como una instancia que está por encima de cualquier ley y control, ha sido un elemento crucial para el deterioro del estado de derecho en el país.
Afirman que la Constituyente cubana fue creada de manera inapropiada, sin atender a la voluntad popular y en violación de la constitución, por lo que recomiendan que sea disuelta o que se convoque a un referéndum sobre su existencia.