Este viernes, el analista político Ernesto Ackerman, se pronunció antes las nuevas medidas migratorias que ha implementado la administración de Joe Biden hacia los inmigrante venezolanos que busquen llegar a Estados Unidos (EEUU) por la frontera sur con México.
«Nosotros sabemos que este artículo 42 del expresidente Donald Trump fue muy criticado y el mismo día que Joe Biden tomó las riendas de este país eliminó ese artículo dejando las fronteras abiertas», señaló.
Acotó que «no existe ningún país en el mundo que tenga las fronteras totalmente abiertas (…) No creo que seamos antinmigrantes ni mucho menos pero en verdad creo que todo país quiere saber cuáles son las personas que están entrando en este país»:
Esto último pasa conocer si vienen a progresar o a «destruir las instituciones». «Tenían dos años que se le estaban pidiendo un control de la frontera pero no hacían caso (…) Pero sucedió que dos gobernadores republicanos decidieron enviar unas personas a estados demócratas (…) Ahora con eso se dio a conocer que sí, vamos a cerrar las fronteras porque se va a crear una crisis en los estados donde los gobernadores son demócratas».
«Necesitábamos una acción como esta para que este Gobierno le pusiera un ‘parao’ a los problemas», comentó.
El experto añadió que esta situación la creó «el dictador Nicolás Maduro en Venezuela», pero, también por la invitación que dio, de alguna manera, el gobierno estadounidense para recibir a migrantes irregulares.
«Yo entiendo la parte humanitaria, la entiendo muy bien, sé que esta gente quiere venir a vivir una mejor vida que la de Venezuela, pero no podemos permitir que cualquier persona venga», sostuvo.
Respecto a si los hispanos y demócratas estarían «cansados» de luchar por los derechos humanos de los inmigrantes, Ackerman explicó que esos son «unos demagogos, ellos no quieren a los inmigrantes».
«No les interesa ni les importa para nada los inmigrantes, esto es simple y llamamiento una política barata de un partido demócrata, es una destrucción total de este país al que venimos a vivir bien (…) No queremos un socialismo aquí», precisó.