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EEUU busca respuesta internacional coordinada frente al gobierno talibán

El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, llegó este miércoles a Alemania, con la esperanza de lograr una respuesta conjunta hacia el gobierno talibán con los aliados de los países que intervinieron en Afganistán en los últimos años.

El jefe de la diplomacia estadounidense aterrizó en la base área estadounidense de Ramstein, por donde transitan miles de evacuados de Afganistán, tras visitar Catar, donde también visitó el principal centro de tránsito de refugiados afganos.

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En Ramstein, Blinken se reunió con el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, y visitó la base antes de dar comienzo a esta reunión virtual con otros ministros.

En el hangar donde esperan sus vuelos a Estados Unidos una parte de los 11.000 afganos refugiados en Ramstein, Blinken se puso de cuclillas y mostró fotos de sus propios hijos a otros niños, algunos hijos de afganos que trabajaron para Estados Unidos.

Blinken también visitó el lugar donde están los menores afganos que han perdido a sus padres.

«Me llamo Tony», se presentó. «Muchos, muchos, muchos estadounidenses están impacientes por recibirles en Estados Unidos», dijo Blinken a estos jóvenes.

Estados Unidos evacuó a 123.000 personas de Afganistán, sobre todo afganos que temían represalias de los talibanes. Pero los responsables estadounidenses reconocen que quedan muchas más que no han podido salir del país y afirman que los talibanes les han garantizado que podrán marcharse.

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En la reunión con otros aliados en Afganistán, Estados Unidos desea incrementar los llamamientos internacionales para que los talibanes respeten su compromiso y permitan la salida de estos ciudadanos.

Las conversaciones también girarán en torno a la coordinación de una respuesta ante el gobierno interino anunciado el martes.

El gabinete está exclusivamente formado por talibanes de línea dura, todos ellos hombres, y entre ellos un ministro de Interior buscado por Estados Unidos por terrorismo.

«Queremos obrar conjuntamente y de manera coordinada en la siguiente fase, sobre todo en todo lo referente a las relaciones con los nuevos dirigentes» de Afganistán, dijo el ministro alemán en un comunicado este miércoles.

«Queremos ver cómo lograr una manera conjunta de actuar frente a los talibanes que también sirva a nuestros intereses: el respeto de los derechos humanos fundamentales, el mantenimiento de las vías de salida del país, el acceso humanitario y la lucha contra los grupos terroristas como Al Qaida y el Estado Islámico», prosiguió Maas.

Ayuda humanitaria

Estados Unidos dijo que le «preocupa» la formación de este nuevo gobierno, pero que lo juzgará por sus acciones. Por ahora descarta cualquier reconocimiento de este ejecutivo.

Aliados cercanos de Washington han criticado la forma en que el presidente Joe Biden concluyó la guerra de 20 años en Afganistán ya que, en cuanto la salida de las tropas extranjeras se fue concretando, el avance talibán ganó velocidad y en pocos días controlaban casi todo el país y depusieron al gobierno afgano.

Ahora, el miedo de los afganos es ver de nuevo un gobierno similar al que los talibanes impusieron entre 1996 y 2001, cuando numerosos derechos, sobre todos los de las mujeres y minorías, fueron pisoteados.

Maas también quiere insistir en la crisis humanitaria que vive Afganistán, país que sufre «la falta de alimentos debido a la sequía» y la paralización «de la ayuda internacional de la que dependen muchas personas».

«Estamos dispuestos a suministrar ayuda humanitaria con la mediación de la ONU y seguiremos dialogando con los talibanes, aunque solo sea para permitir a las personas que están bajo nuestra responsabilidad que salgan del país», dijo, subrayando que «cualquier compromiso posterior dependerá del comportamiento de los talibanes».

Pero «el anuncio de un gobierno de transición en el que no participan otros grupos y la violencia contra manifestantes y periodistas en Kabul no nos hacen ser optimistas al respecto», concluyó Maas.

AFP