La embajada de Venezuela ante Colombia, denunció este sábado 15 el secuestro de 8 militares venezolanos en el estado Apure el pasado 23 de abril por terroristas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
«Rechazamos contundentemente el secuestro realizado por miembros del grupo «Fuerzas Armadas de Colombia Ejército del Pueblo FARC-EP» contra miembros de la Fuerza Armanda Nacional Bolivariana en funciones: Teniente Coronel Jhan Carlo Bemon, Primer Teniente Jonny Jaguay, Teniente de Fragata Álvaro Junior Flórez, Sargento Mayor de Tercera José Antonio Ramos, Sargento Segundo Estiben José Aular, Sargento Primero Luis Coba, Sargento Mayor tercero Paul Hernández, Sargento Primero José Torres Esta sede diplomática exige firmemente se respete la vida de estos miembros de la FANB y su liberación inmediata», manifestó el comunicado emitido este sábado.
Asimismo, señaló que ester sería «otro crimen» responsabilidad del dictador Nicolás Maduro «quien entregó el control del territorio y la soberanía nacional a grupos que delinquen desde el territorio venezolano».
«Lamentamos sin sorpresa la falta de pronunciamiento por parte del régimen dictatorial de Nicolás Maduro entorno al tema, debido al talante criminal de quienes usurpan Miraflores, lo que hace imposible rechazar algo orquestado desde la propias filas de sus aliados.», agregó la misiva difundida.
Finalmente, envió un mensaje de solidaridad a los familiares de los secuestrados y exhortó a la comunidad internacional a Pronunciarse frente a este nuevo hecho de violación de Derechos Humanos cometido por el régimen, «para continuar oprimiendo a los venezolanos y acentuando la crisis social y política más cruel que en siglos ha vivido Venezuela».
Por su parte, el comisionado de las relaciones exteriores del Gobierno Interino de Venezuela, Julio Borges, aseguró que el rapto de los efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), es una consecuencia de la política de entrega del territorio y amparo a grupos narco-terroristas por parte de Maduro y pidió a la Iglesia Católica «desplegar esfuerzos» y servir de intermediarios para liberación de los soldados «sanos y salvos».
«Expresamos nuestra solidaridad a las familias de estos patriotas, los acompañamos en tan difícil momento», agregó.