Disparos de artillería resuenan en un barrio al oeste de Járkov, bajo el fuego ruso desde hace semanas, pero el alcalde de la segunda ciudad de Ucrania, Igor Terejov, apenas le presta atención.
«Los agresores tratan de convertir a Járkov en una ciudad lamentable, similar a las que tienen en Rusia», afirma en una entrevista a la AFP. «Pero no lo lograrán», subraya el hombre de 55 años, elegido alcalde en noviembre pasado, pocos meses antes de la invasión rusa de Ucrania.
Járkov, ciudad predominantemente de habla rusa a unas pocas decenas de kilómetros de la frontera, está en primera línea desde el 24 de febrero y es escenario de intensos bombardeos y combates.
Pero los rusos nunca lograron ocuparla, y retrocedieron contra el ejército ucraniano a partir de mediados de abril.
La ciudad, sin embargo, sigue sometida a intensos bombardeos, que se cobran vidas diariamente.
La foto de un padre en estado de shock sosteniendo la mano de su hijo, un joven adolescente muerto cerca de una parada de autobús la semana pasada, resume el sufrimiento que atraviezan sus habitantes.
– Ningún barrio es seguro –
«Tenemos nueve barrios en la ciudad y todos son atacados con intensidad variable y en diferentes momentos. Así que podemos decir que ningún lugar es seguro», resume el alcalde.
«Estás seguro solamente en los refugios y en el metro. Pero eso es todo», añade.
A finales de marzo, casi un tercio de la población de la ciudad, que tenía alrededor de 1,4 millones de habitantes antes de la guerra, había huído hacia el oeste.
La ciudad experimentó un breve respiro a principios de mayo, cuando las fuerzas rusas retrocedieron y los principales combates se concentraron en la batalla de Donbás, en el este.
En ese momento, unas 2.000 personas volvían a Járkov diariamente, las tiendas reabrían y los habitantes comenzaban a abandonar sus refugios.
Pero la tregua duró poco. Según Igor Terejov, las víctimas se cuentan por centenares, aunque no está en condiciones de dar un balance preciso. «Nos enfrentamos a un genocidio contra el pueblo y la nación ucranianos», afirma.
– 150.000 personas sin hogar –
Cerca del 30% de las casas y departamentos de la ciudad están destruidos, continúa el alcalde, que estima el número de personas sin hogar en 150.000.
«101 jardines de infancia, 110 escuelas, 53 establecimientos médicos y un centro perinatal han sido destruidos», enumera, añadiendo que «la mayoría de estas infraestructuras no pueden ser reconstruidas».
Varios funcionarios municipales temen un nuevo intento de las fuerzas rusas de apoderarse de Járkov. «Estamos preparados. Nuestro ejército también lo está. Defenderemos nuestra ciudad», declara Terejov, aunque confiesa no saber cuáles son las intenciones rusas.
El alcalde se muestra animado evocando el futuro, y su visión del renacimiento de Járkov que combinará el encanto de los edificios de la ciudad vieja con la modernidad de una ciudad que atrae a las empresas tecnológicas.
«Después de nuestra victoria, habrá una nueva dinámica en Járkov y en todo Ucrania», asegura. «Tendremos la oportunidad de construir una nueva ciudad y un nuevo país».
AFP