Sólo seis meses han pasado desde que más de 35 mil venezolanos solicitaron al gobierno de Brasil refugio permanente.
Pero no sólo ha sido refugio, sino también residencia temporal y 10 mil citas de venezolanos que buscan regularizar su situación a través de la Policía Federal.
En total son más de 56 mil venezolanos quienes han buscado formas de legalizar su situación en el país suramericano en el primer semestre del año.
Las organizaciones no gubernamentales que le han hecho seguimiento a la crisis migratoria que vive Venezuela estiman que entre 2017 y lo que va de 2018 1,5 millones de venezolanos abandonaron el país, buscando alternativas para sobrellevar la terrible crisis política y económica que se ha agravado en los últimos 5 años por falta de servicios básicos, como la luz y el agua, además de la evidente escasez de alimentos y medicinas, aunado a los altos índices de inseguridad.
La población de Roraima, frontera con el sur de Venezuela, es la que ha estado más afectada por el incremento de la migración venezolana ocasionando problemas de salud pública y de orden en la ciudad brasileña. Los registros del gobierno de Temer contabilizan un poco más de cuatro mil venezolanos quienes viven en nueve refugios distribuidos entre Boa Vista, capital del estado, y Pacaraima, una pequeña ciudad fronteriza.