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«Falso positivo» de gobernador de Ohio podría ser manipulado por los que dudan de pandemia

El diagnóstico “falso positivo” del gobernador de Ohio Mike DeWine, tiene preocupado a científicos que temen que dicho caso sea utilizado por los que dudan de la severidad de la pandemia y, especialmente, sobre la necesidad de las medidas preventivas como cierres de negocios y el uso de mascarillas, según reportó el diario The Washington Post.

En una prueba rápida el jueves, DeWine dio positivo, En una prueba más sensible el jueves por la tarde, dio negativo. En una tercera prueba, similar a la segunda, también dio negativo.

Aún mientras los científicos están pronosticando que hasta 300.000 personas podrían morir del coronavirus a finales de este año, la noticia del resultado “falso positivo” de DeWine, generó comentarios en las redes sociales en el sentido que “las vidas de las personas están siendo destruídas en base a resultados de pruebas falsos”.

“Esa es una de mis preocupaciones: la gente escuchará esto y dirá: ¿cómo sabemos si todos estos casos son realmente lo que creemos que son? Estos aparatos no funcionan y están dando un montón de falsos positivos”, dijo Jennifer Nuzzo, una epidemióloga en el Centro la Seuridad Sanitaria en la Universidad Johns Hopkins. “Lo cual en gran medida, es falso”.

DeWine se hizo una prueba rápida previo a acompañar al presidente Donald Trump en una gira de campaña por el estado de Ohio, clave para las elecciones de noviembre. Dio positivo y notificó a la Casa Blanca.

En una segunda prueba el jueves por la tarde, se usó una prueba de “reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés), muestra considerada más segura que las pruebas rápidas de antígeno. El resultado entonces, fue negativo. DeWine se realizo el sábado una segunda prueba PCR, la tercera en total, y volvió a dar negativo.

En una conferencia de prensa para anunciar los resultados negativos de la segunda prueba, DeWine llamó por teléfono al jefe científico de la Universidad Estatal de Ohio, donde se hizo la segunda muestra, para que explicara los distintos métodos de las muestras.

Peter Mohler, el jefe científico del Centro Médico Wexner, de dicha universidad, comparó las más confiables pruebas PCR con un telescopio de alto poder, mientras las pruebas rápidas de antígeno, con un par de binoculares. Explicó que las pruebas de antígeno son más nuevas, menos sensibles y a veces pueden producir “falsos positivos”, pero son más rápidas y accesibles.

“Como con los binoculares, se te van a escapar algunas estrellas”, dijo Mohler. “Pero lo bueno es que vas a poder tener muchos de estos en el terreno”.

Los “falsos positivos” no son nada extraño en las pruebas. En esos casos, la sensible prueba PCR puede detectar pequeñas cantidades de rastros del coronavirus, conocidas como pequeñas cargas virales. Pero esas mismas pruebas PCR podrían no detectar esas pequeñas cargas en una segunda prueba. Lo mejor entonces, es hacerse una tercera prueba.

A Nuzzo, de la Universidad Johns Hopkins, le preocupa que este caso sea usado en contra de la confiabilidad de las pruebas o contra el verdadero alcance del virus.

“Mi temor es que a menos que tengamos protocolos rigurosos para lidiar con esto, la gente podría concluir erróneamente que mi resultado positivo no es positivo y que los casos del COVID-19 podrían estar sobrereportados”.

En la página de Facebook de DeWine, ya había comentarios en ese sentido.

“Cuántos falsos positivos hemos agregado a la cuenta”, preguntó una mujer, según informó el Post. “Increíble. Las vidas de personas están siendo destruídas en base a posibles resultados de pruebas falsos”.

Un legislador estatal republicano, Nino Vitale, se sumó a la indignación, describiendo las pruebas como fallidas y la pandemia como sobredimensionada.

¿Si DeWine puede dar positivo y luego negativo en unas pocas horas, cuántos miles de pruebas son falsas?. Yo diría que TODAS”, escribió el legislador. Rechazó la idea de hacerse las pruebas por considerarlas “insignificantes” y que “el gobierno y los medios lo están usando para inflar los números e inflar el miedo”.

Figuras del Partido Republicano han acusado a sus rivales demócratas de inflar la dimensión de la pandemia para afectar la economía y la reelección de Trump. Los demócratas acusan a Trump de haber fracasado en su manejo de la pandemia.