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Harry y Meghan cubren la ausencia de la Reina en la celebración del Jubileo en St. Paul

El Príncipe Harry y Meghan Markel han cubierto junto a la familia real la ausencia de la Reina en la misa del Jubileo de Platino en la catedral de St. Paul. Los duques de Sussex, que llevaban dos años sin participar en una ceremonia oficial, han sido aclamados por el público a la entrada y han arropado al Príncipe Carlos, que ha ocupado el lugar inicialmente reservado a Isabel II.

La monarca de 96 años ha cancelado su asistencia tras sentir «un cierto malestar» tras el arranque oficial de los fastos del Jubileo con su doble aparición en el balcón de Buckingham ante más de 100.000 espectadores congregados en el ‘mall’ de Londres. La Reina ha contemplado la ceremonia de Acción de Gracias desde su residencia oficial en el castillo de Windsor, tras haber participado la noche anterior en la ceremonia de las 3.000 balizas encendidas en su honor para marcar el 70 aniversario de su reinado.

El arzobispo de Canterbury Justin Welby ha faltado también la cita histórica en St. Paul tras dar positivo en el test de Covid, al igual que el Príncipe Andrés, que tampoco ha podido acompañar a sus hijas Beatriz y Eugenia. Tanto el Príncipe Andrés como Harry y Meghan han sido la notables ausencias del día anterior en el balcón de Buckingham, por decisión expresa de la propia Reina.

Los Duques de Sussex se han mantenido en un discreto segundo plano durante el desfile Trooping the Colour con el que arrancaron los cuatro días de celebraciones del Jubileo. El viernes posaron, sin embargo, con todos los honores ante las cámaras en su entrada a St. Paul y fueron jaleados por la multitud, en una aparente señal de reconciliación.

Hacía dos años que Harry y Meghan no participaban un acto oficial con la familia real. No ocuparon los primeros bancos, reservados a Carlos, Camila, William y Kate, pero tuvieron un papel relativamente destacado y convocaron la atención de las cámaras en ausencia de la Reina.

El día anterior, los duques de Susssex presentaron por primera vez a la Reina a su hija Lilibet, que el sábado cumplirá un año. El esperado encuentro se produjo en el castillo de Windsor, después del almuerzo familiar celebrado en el Palacio de Buckingham.