El rover Perseverance de la NASA logró en su segundo intento recoger un trozo de roca marciana para su análisis futuro por científicos en la Tierra.
Su primera tentativa, el 5 de agosto, había fracasado porque la roca estaba demasiado quebradiza para soportar el taladro del robot, pero los datos recibidos a última hora del 1 de septiembre indican que esta vez sí pudo hacerlo.
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La agencia espacial estadounidense dijo el jueves que las imágenes tomadas después de que el brazo del rover completó la toma de muestras no fueron concluyentes debido a las malas condiciones de la luz solar.
Se esperan más imágenes, tomadas con mejor iluminación, para el sábado.
«El equipo determinó una ubicación, y seleccionó y extrajo muestras de una roca viable y científicamente valiosa», señaló en un comunicado Jennifer Trosper, gerente de proyectos del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena.
El objetivo era una roca del tamaño de un maletín apodada «Rochette».
Perseverance, el último vehículo explorador de Marte de la NASA, aterrizó en el cráter Jezero del planeta rojo, en febrero, en el marco de una misión de búsqueda de signos de vida microbiana antigua.
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Sus instrumentos científicos montados en torretas son capaces de determinar la composición química y mineral y buscar materia orgánica, así como caracterizar mejor los procesos geológicos del planeta.
El rover se vale de un taladro y una broca hueca en el extremo de su brazo robótico de 2 metros de largo para extraer muestras un poco más gruesas que un lápiz, que luego almacena.
La NASA planea una misión para traer alrededor de 30 muestras a la Tierra en la década de 2030. Los científicos podrían así realizar análisis más detallados con el fin de confirmar si hubo vida microbiana en Marte.