De los 12 años y 11 meses de su sentencia por corrupción, el expresidente brasileño, Luiz Inacio Lula Da Silva cumplió uno tras las rejas este domingo.
Hace tan sólo un año un helicóptero aterrizaba en la sede de la Policía Federal de Curitiba, al sur de Brasil, de el descendía el exmandatario.
La condena de Lula ha sido polémica. Incluso tras las rejas ha recibido noticias terribles, como la muerte de su nieto de apenas siete años de edad, en marzo y la de su hermano el pasado mes de enero.
En una reseña de la agencia de noticias EFE dice que el político se encuentra bien mentalmente, a pesar de haber perdido algunos kilos durante su primer año en la cárcel.
Lula cumple su sentencia en un cuarto especial, al que tiene derecho por haber sido presidente. Recibe visitas de amigos, familiares y aliados los días jueves con quienes casi siempre habla sobre la situación del país, según han contado algunos de sus asiduos visitantes.