Al menos 1200 personas han fallecido luego del terremoto y posterior tsunami que azotó la Isla de Cébeles, en Indonesia, la pasada semana.
Por su parte, el Presidente indonesio, Joko Widodo, ha pedido ayuda en medio de la continúa búsqueda de sobrevivientes luego de la tragedia.
Según los reportes de las autoridades el número de víctimas podría aumentar en las próximas horas, tomando en cuenta que la mayoría de los muertos confirmados provienen de Palu, una ciudad ubicada a 1.500 kilómetros al noreste de Yakarta, en donde muchas áreas están sin acceso desde el terremoto.
“Hay algunas prioridades principales que debemos abordar y la primera es evacuar, encontrar y salvar a las víctimas que aún no han sido halladas”, dijo el mandatario en una reunión de Gobierno.
Más policías y soldados han sido enviados a los distritos más afectados, muchos de estos lugares, incomunicados a raíz de la destrucción de carreteras, deslizamientos de tierra y el colapso de puentes.
Para la Cruz Roja la situación se ha convertido en «una pesadilla” y según sus últimos informes la realidad es “extremadamente dura”.