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The Wall Street Journal : ¡Otra vez! Maduro engaña a Biden

Foto: Stefani Reynolds / AFP

Este miércoles, The Wall Street Journal publicó un artículo de opinión sobre la decisión del régimen de Nicolás Maduro de ratificar las inhabilitaciones y el papel que juega el presidente de EE.UU. Joe Biden ante el incumplimiento por parte de Venezuela del acuerdo de Barbados.

Maduro engaña a Biden, otra vez, es el título del artículo de opinión compartido por The Wall Street Journal,  en donde se afirma que la ratificación de la inhabilitación de la candidata unitaria a las elecciones presidenciales de Venezuela, María Corina Machado, era predecible para todos, menos para el presidente estadounidense.

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El mundo está lleno de sorpresas, pero no en Venezuela. La declaración del país el viernes de que la popular líder opositora María Corina Machado no puede postularse a la presidencia era predecible para todos, excepto para la Administración Biden.

Nicolás Maduro, un dictador que asumió el cargo cuando Hugo Chávez murió en 2013, se supone que enfrentará elecciones este año.

Machado, quien ganó las primarias de la oposición en octubre con alrededor del 90% de los votos, sería una gran favorita en una elección justa dada la forma en que Maduro ha destruido la economía. Es por eso que el gobierno está bloqueando su candidatura este año y durante los próximos 15 años.

En octubre, Maduro y la oposición firmaron el Acuerdo de Barbados, un compromiso de trabajar para lograr elecciones presidenciales libres. La dictadura no hizo concesiones, pero la Administración Biden levantó inmediatamente las sanciones de petróleo y gas de la era Trump durante seis meses.

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También advirtió que Venezuela tenía como fecha límite el 30 de noviembre para mostrar avances hacia la eliminación de la prohibición del gobierno a los candidatos de la oposición, incluida Machado.

Desde entonces, el régimen no ha hecho más que hostigar a la oposición y especialmente a los miembros del equipo de Machado.

El miércoles pasado, el secretario adjunto del Departamento de Estado para el Hemisferio Occidental, Brian Nichols, describió la lentitud de Caracas como un «momento extremadamente difícil» y calificó el acoso de «extremadamente preocupante».

El jueves, Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional chavista,  dijo que a Machado no se le permitirá postularse. Al día siguiente, el Tribunal Supremo elegido por Maduro se hizo eco de esa declaración, confirmando la prohibición, con acusaciones de que ella había participado en conspiraciones contra el régimen. La única «conspiración» es que se opone al régimen.

El sábado, el Departamento de Estado dijo que el fallo es «inconsistente con el compromiso» asumido en Barbados. No es broma. El Estado señaló que la Sra. Machado «no recibió una copia de las acusaciones en su contra ni se le dio la oportunidad de responder a esas acusaciones». Dijo que Estados Unidos está «revisando nuestra política de sanciones a Venezuela, basada en este desarrollo y en el reciente ataque político a los candidatos de la oposición democrática y a la sociedad civil».

No hay mucho que revisar. Maduro aprendió su política de Fidel Castro y no está dispuesto a hacerse a un lado. Estados Unidos fue ingenuo al pensar que permitiría unas elecciones libres, y la única respuesta realista es restaurar las sanciones.