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Biden y presidente filipino conversan sobre influencia de China en Asia

La respuesta ante la agresiva expansión de Pekín en las rutas comerciales y las islas estratégicas del mar de China Meridional fueron los temas destacados en los diálogos de este lunes en la Casa Blanca entre el presidente estadounidense Joe Biden y su homólogo filipino Ferdinand Marcos.

Marcos cumple con un viaje de cuatro días que le siguió a la visita a Washington la semana pasada del presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, y de una reunión en enero en la Casa Blanca entre Biden y el primer ministro japonés Fumio Kishida.

Al saludar a Marcos en la Oficina Oval, Biden subrayó el compromiso «de hierro» de Estados Unidos para defender al país.

Marcos mencionó «tiempos difíciles» y aseguró que Filipinas se encuentra en una región con «posiblemente la situación geopolítica más complicada en el mundo actualmente».

«Así que es natural para los filipinos mirar hacia su único aliado por tratado en el mundo para fortalecer y redefinir la relación que tenemos y los roles que cumplimos para enfrentar las crecientes tensiones que vemos alrededor del mar de China Meridional y en el Asia-Pacífico», dijo.

La visita de Marcos, que comenzó con los honores de una guardia militar afuera de la Casa Blanca, fue la primera «de este nivel e intensidad» entre ambos países en décadas, dijo un alto funcionario a periodistas bajo condición de anonimato.

«Nuestros compromisos con la seguridad de Filipinas son inquebrantables», insistió el funcionario.

– «Amigo de todos, enemigo de nadie» –
Según él, Filipinas, que firmó en 1951 un tratado de defensa mutua con Estados Unidos, quiere garantías tras «una serie de provocaciones chinas».

El 23 de abril, un barco chino y uno filipino estuvieron a punto de chocar a unos 200 km de la isla filipina de Palawan.

Este incidente, presenciado por un equipo de la AFP, es el último de una larga lista de roces entre los dos países, que se disputan la soberanía de islas en el mar de China Meridional.

Tras ser elegido en el cargo, el presidente filipino dijo que era partidario de una relación equilibrada con Washington y Pekín, adonde viajó en enero, y prometió que su país sería «el amigo de todos, el enemigo de nadie».

«No permitiremos que se use Filipinas como base para ninguna acción militar», afirmó el domingo en el avión que lo llevaba a Washington.

Pero Estados Unidos espera que el aumento de la tensión en el mar de China Meridional contribuya a que se posicione de su parte.

– Modernización militar –

La visita a Washington será la ocasión, según el funcionario, de anunciar reglas «de defensa bilateral» en el mar, el aire y el ciberespacio.

Estados Unidos también quiere apoyar la «modernización» de las fuerzas armadas filipinas con aviones y buques de guerra.

La relación entre Filipinas y Washington se deterioró durante el mandato del anterior presidente filipino, Rodrigo Duterte (2016-2022), partidario de un acercamiento a China.

El actual gobierno estadounidense intenta mejorarla, como parte de su política centrada en fortalecer las alianzas en la zona de Asia y el Pacífico.

Estados Unidos y Filipinas ya han llevado a cabo sus mayores maniobras militares conjuntas en el mar de China Meridional.

Y Manila permitirá que Estados Unidos utilice cuatro bases militares adicionales, incluidas instalaciones navales cercanas a Taiwán, una isla que China considera parte de su territorio.

Estados Unidos está «muy agradecido» por el acceso a estas bases y se usarán siempre «en coordinación total» con las autoridades filipinas, dijo este lunes John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, en un intento por tranquilizar a Manila.

Biden y Marcos también hablarán de economía.

Washington aprovechará para desarrollar las relaciones económicas con Filipinas, cuyo principal socio comercial es China. Se centrará en las energías verdes, la innovación tecnológica, los metales estratégicos y la seguridad alimentaria, según el funcionario estadounidense.

Biden ya se reunió en septiembre con el presidente filipino, hijo del dictador Ferdinand Marcos (1965-1986), considerado por Washington como un aliado durante la Guerra Fría.

AFP