Los esfuerzos para prolongar una «pausa» en los combates entre Israel y Hamás en Gaza fracasaron en parte porque el movimiento islamista palestino no quería que las mujeres rehenes revelaran lo que han sufrido, afirmó este lunes un alto cargo estadounidense.
Israel detuvo su ofensiva en Gaza como parte de un acuerdo negociado por Catar y Estados Unidos que preveía la liberación de los rehenes secuestrados por Hamás durante el ataque del 7 de octubre.
El viernes las autoridades israelíes anunciaron que reanudaban la ofensiva militar porque Hamás no había liberado a todas las rehenes.
«Parece que una de las razones por las que no quieren entregar a las mujeres que retienen como rehenes y la razón por la que esta pausa fracasó es que no quieren que esas mujeres puedan hablar sobre lo que les pasó durante el tiempo bajo detención», dijo a los periodistas el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
No quiso dar precisiones alegando que el tema es delicado, pero declaró que Estados Unidos «no tiene motivos para dudar» de las informaciones de violencia sexual atribuida a Hamás.
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«Hay muy pocas cosas de las que creo que Hamás no sea capaz en lo que respecta a su trato a los civiles y en particular a las mujeres», dijo Miller.
La policía israelí afirma investigar presuntos actos de violencia sexual durante el ataque del 7 de octubre, cuando miembros de Hamás mataron a 1.200 personas, en su mayoría civiles, según las autoridades israelíes. Incluyen violaciones en grupo y mutilaciones de cadáveres.
Los investigadores israelíes han recabado «más de 1.500 testimonios», declaró una agente la semana pasada ante el Parlamento israelí. Contó que miembros de Hamás «desnudaron a niñas por encima y por debajo de la cintura» y que tienen constancia de violación en grupo, mutilación y el asesinato de una joven.
Hamás rechaza las acusaciones de violencia sexual, que califica de «mentiras».
AFP