Funcionarios estadounidenses y cataríes habrían acordado impedir que Irán acceda a 6.000 millones de dólares en ayuda humanitaria que Washington había primeramente bloqueado y luego transferido a bancos de Catar, informaron este jueves medios estadounidenses.
«Tenemos un control estricto de los fondos y nos reservamos el derecho de congelarlos», respondió el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, al ser interrogado por la AFP durante una rueda de prensa en Tel Aviv el jueves.
«Lo que puedo decirles es que cada centavo de este dinero todavía está en un banco de Catar. No se ha gastado ni un solo centavo», aseguró a su vez John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, en declaraciones a la prensa en la Casa Blanca.
El diario The Washington Post precisó que fue el subsecretario del Tesoro, Wally Adeyemo, quien informó a los demócratas de la Cámara de Representantes de este acuerdo entre Estados Unidos y Catar.
El dinero «no irá a ninguna parte a corto plazo», habría dicho Adeyemo, señaló el diario citando esta vez al sitio web Punchbowl.
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Interrogado por la AFP, el Departamento del Tesoro estadounidense no hizo comentarios.
A principios de septiembre, en el marco de un acuerdo firmado un mes antes con Irán sobre el intercambio de prisioneros, Washington liberó 6.000 millones de dólares de fondos iraníes congelados en Corea del Sur.
La suma fue transferida a cuentas en Catar, pero la oposición estadounidense afirmó que esos fondos permitieron a la organización palestina Hamás, aliada de Teherán, financiar su ataque del fin de semana pasado a Israel.
Irán ha respaldado la ofensiva de Hamás, pero niega haber participado en ella.
La Casa Blanca afirmó el sábado que nada de ese dinero se había gastado y que en todo caso solo podía ser empleado con fines humanitarios.
Los republicanos acusan al presidente demócrata Joe Biden de conducir una política demasiado débil hacia Irán. El senador republicano Rick Scott afirmó que al autorizar esa transferencia de dinero Biden había «financiado» el ataque de Hamás.
AFP