Los renovados llamados de funcionarios chinos para el levantamiento de las sanciones a cambio de líneas abiertas de comunicación con el ejército de Estados Unidos están resonando en un abismo diplomático, incluso cuando las tensiones entre las dos superpotencias continúan aumentando.
El Pentágono rechazó el jueves la demanda, argumentando que no hay una buena razón para que los oficiales militares chinos de alto nivel eviten conversaciones con sus homólogos estadounidenses.
“Desde nuestra perspectiva, no hay obstáculos para mantener abiertas las líneas de comunicación”, dijo a los periodistas el secretario de prensa del Pentágono, el general de brigada Patrick Ryder, en respuesta a una pregunta de la VOA.
El secretario de Defensa de EEUU, Lloyd Austin, “puede comunicarse con su homólogo chino en este momento”, agregó Ryder. “Esas sanciones no necesitan ser levantadas para que él se comunique con su contraparte”.
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Austin y el Ministro de Defensa Nacional de China, Li Shangfu, hablaron brevemente durante el Diálogo anual de Shangri-La en Singapur a principios de este mes, pero los funcionarios del Pentágono describieron el intercambio como no sustantivo.
Los funcionarios chinos han dicho repetidamente que estarían abiertos a las conversaciones, pero solo si se levantan las sanciones, una demanda que repitieron el miércoles, según Bloomberg News.
“La parte estadounidense conoce el motivo de las dificultades en sus relaciones entre militares con China”, dijo a los periodistas Liu Pengyu, portavoz de la embajada de China en Washington.
“Tales obstáculos deben eliminarse antes de que pueda tener lugar cualquier intercambio y cooperación entre los dos países”, agregó.
Liu no especificó las sanciones que China quiere que se levanten, pero los funcionarios chinos han señalado previamente que las sanciones personales a Li son el punto conflictivo.
El globo espía de China
Las comunicaciones de alto nivel entre militares entre los dos condados han estado suspendidas desde antes de que China enviara un globo de vigilancia a gran altitud a través de los Estados Unidos en febrero.
Funcionarios del Pentágono dijeron que el ejército de China rechazó una solicitud para hablar después de que el globo fuera derribado y expresaron su preocupación de que otros llamados de EEUU para conversar hayan caído en oídos sordos.
Los funcionarios chinos niegan que el globo de gran altura, que finalmente fue derribado frente a la costa atlántica de los EEUU, fuera un dispositivo de vigilancia, argumentando que en cambio era un globo meteorológico.
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Pero el Pentágono insistió el jueves que el globo estaba destinado a la vigilancia, aunque las contramedidas estadounidenses parecen haber frustrado sus esfuerzos de recolección.
“Ha sido nuestra evaluación ahora que no se recolectó mientras transitaba por Estados Unidos”, dijo Ryder a los periodistas. “Ciertamente, los esfuerzos que hicimos contribuyeron, seguro”.
Sin embargo, Ryder se negó a comentar directamente sobre un informe de The Wall Street Journal de que el equipo del globo incluía tecnología fabricada en Estados Unidos. Tampoco lo descartó.
“Somos conscientes de casos anteriores, por ejemplo, cosas como drones y otras capacidades, qué tienen, donde se han utilizado componentes comerciales estadounidenses listos para usar”, dijo.
El informe alarmó a algunos legisladores estadounidenses, quienes pidieron más límites a las exportaciones de tecnología a China.
“Este incidente no se ha cerrado”, dijeron en un comunicado el representante Michael McCaul y el senador Bill Hagerty, ambos republicanos. “Esperamos ver el análisis tecnológico completo del globo de vigilancia. Las acciones competitivas, como los controles de exportación, deben avanzar para hacer frente a la China comunista”.
Voz de América