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EE.UU

EEUU revela nuevos documentos del caos en el Capitolio

Estados Unidos reveló nuevo documento sobre el caos en el Capitolio del 6 de enero, donde se regitraron muerte, heridos y ahora suicidios.

Según reveló el portal The Associated Press, cinco personas, incluido un policía, murieron en la insurrección, otros dos agentes se suicidaron después del ataque; hubo cientos de heridos.

Más de 300 personas, entre ellas miembros de los grupos extremistas Proud Boys y Oathkeepers, deberán responder a acusaciones ante la justicia federal. La investigación continúa y hay cientos de sospechosos prófugos.

Los bomberos

Dos bombertos en Washington eran los únicos paramédicos en la escalinata del Capitolio, trataban de atender a lso agentes heridos mientras contemplaban a la turba furiosa que crecía y atacaba a la policía.

Taylor Blunt, uno de los bomberos, explicó que los agentes eran “arrastrados por la multitud, asaltados con material de andamios y/o gas lacrimógeno en aerosol”. Sin embargo, algunos «fingían un malestar para permanecer detrás de las líneas policiales».

Junto a su compañero Nathan Waterfall, Blunt solicitó alDepartamento de Policía del condado de Arlington, en las afueras de la capital, que les enviaran agentes entrenados para enfrentar posibles motines y disturbios, según revelan los documentos.

El jefe interino de la policía de Arlington, Andy Penn, dijo que enviarían ayuda para las “actividades planificadas y no planificadas de la primera enmienda”, según los emails. La primera enmienda constitucional garantiza, entre otras, las libertades de expresión y manifestación pacífica.

Para entonces, el Departamento de Policía del Capitolio había emitido una advertencia de seguridad de que milicianos, supremacistas blancos y otros extremistas se dirigían a Washington para atacar el Congreso en lo que consideraban una “última resistencia” en apoyo al presidente Donald Trump.

¿Por qué la policía del Capitolio no contaba con más ayuda en esa jornada?

De acuerdo a correos eletrónicos obtenidos por AP, revelan que dos días antes las agencias policiales de las cercanías recibieron avisos de que podría haber problemas y estaban preparadas para ayudar.

Y es que en la víspera del ataque, luego de horas de concentraciones y discursos en varios lugares de la ciudad, los agentes del Servicio de Protección Federal habían observado que muchos manifestantes intentaban acampar en propiedades federales que este cuerpo está encargado de proteger y escribieron en emails que estaban “atentos a cualquier actividad sospechosa”.

Proud Boys

Entre estos acampantes estaban los «Proud Boys»; por lo que, el Servicio de Protección Federal advirtió en un email informativo que había 300 de ellos dentro del congreso.

Fin de la Casa Blanca, bienvenido Biden

Cuando finalizó el discurso de Donald Trump en la Casa Blanca, un agente del sericio de protección le envió a sus caramadas una alerta.

«POTUS alienta a los manifestantes a marchar al capitolio y continuar la protesta ahí”. POTUS, la sigla presidencial, aludía a Trump».

No obstante, el Capitolio no era el único lugar activo, otros estados se alzaron pro Trump, haciendo que las otras autoridades pusieran el ojo en más allá que el Congreso.

A las 15:10 del 6 de enero, el funcionario Dave Rohrer del condado de Fairfax escribió en un email a otros 25 funcionarios: “Con base en mi experiencia y conocimientos, me parece evidente que existe una emergencia”.

Fue entonces que autorizó al departamento de policía del condado a enviar agentes y comandantes del cuerpo especializado en disturbios civiles “para ayudar a recuperar el control por razones de seguridad”.

Pero también añadió que monitoreaban el despliegue cuidadosamente.

El email, con pasajes borrados, alude al incidente de principios de junio cuando policías de diversas jurisdicciones dispersaron violentamente y con gases una protesta pacífica y legal en la Plaza Lafayette, al otro lado de la calle de la Casa Blanca.

El 6 de enero, Rohrer recordó a los comandantes en escena que debían “cesar operaciones si en algún momento determinan que se los usa de manera inapropiada, antiética, ilegal o no están bajo una autoridad competente… Mantener la seguridad de la vida, recuperar y mantener un perímetro seguro, etc., debe ser el enfoque inicial”.