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EE.UU

EEUU saluda compromiso de Brasil sobre deforestación, pero pide «medidas inmediatas»

Estados Unidos acogió el viernes la promesa del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, de poner fin a la deforestación ilegal en la Amazonía para 2030, pero pidió «acciones inmediatas» para lograr «resultados concretos».

«El hecho de que el presidente Bolsonaro haya confirmado el compromiso de eliminar la deforestación ilegal es importante», dijo el enviado especial de Joe Biden para la diplomacia climática, John Kerry.

«Esperamos una acción y un diálogo inmediatos con las poblaciones indígenas y la sociedad civil para asegurar que este anuncio se traduzca en resultados concretos», agregó en un tuit.

El presidente brasileño envió este jueves una carta a su homólogo estadounidense en la que reiteró su «compromiso de erradicar toda la deforestación ilegal en Brasil para 2030», compromiso que asumió su país al firmar el acuerdo climático de París en 2015.

En su carta, da su «apoyo inequívoco a los esfuerzos realizados» por el nuevo presidente estadounidense.

Pero el líder de extrema derecha aclaró que este objetivo sólo se podrá lograr «con medios significativos» y que espera contar con «todo el apoyo posible» de la comunidad internacional, las empresas y la sociedad civil.

El ministro del Ambiente, Ricardo Salles, dijo el viernes en una entrevista a AFP que si Brasil recibe USD 1.000 millones de ayuda de la comunidad internacional podría reducir hasta en un 40% la deforestación ilegal de la selva amazónica.

Esa ayuda, según Salles, serviría para fortalecer «las acciones de comando y control» de la deforestación y otras actividades ilegales «y al mismo tiempo para crear una alternativa económica» para los 23 millones de personas que viven en la región amazónica (norte), una de las más pobres de Brasil pese a contar con ingentes recursos naturales.

Mucho más cercano al expresidente Donald Trump que del actual gobierno demócrata de Estados Unidos, Bolsonaro participará el 22 y 23 de abril en una cumbre climática virtual liderada por Biden, con unos cuarenta líderes mundiales.

Desde la llegada al poder -a principios de 2019- del mandatario brasileño, un promotor de la explotación minera y agrícola de reservas naturales y territorios indígenas, la deforestación y los incendios forestales en la Amazonía han alcanzado niveles preocupantes.

Entre agosto de 2019 y julio de 2020, la deforestación aumentó un 9,5% en comparación con los 12 meses anteriores, con un área deforestada equivalente a la de Jamaica.

Las políticas ambientales del gobierno de Bolsonaro son criticadas regularmente por ambientalistas, quienes están particularmente preocupados por los drásticos recortes presupuestarios y de personal para instituciones ambientales como al instituto Ibama.

El mandatario también tuvo discusiones acaloradas con el presidente francés, Emmanuel Macron, cuando incendios forestales devastaron grandes áreas de la Amazonía en 2019.

Con el ahora presidente estadounidense, el tono subió en septiembre, cuando durante un debate antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos Biden había planteado la posibilidad de sanciones económicas si la deforestación continuaba aumentando en Brasil.