En Sunny Isles Beach, Florida, los rusos adinerados están a la espera de posibles sanciones del gobierno de Estados Unidos por la invasión a Ucrania.
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La franja de 1,5 millas de la isla, ubicada justo al norte de Miami, recibió el apodo de “Pequeña Moscú” gracias a los inmigrantes rusos que se asentaron allí hace décadas y a los muchos rusos adinerados que han colocado su dinero en propiedades de lujo, según Business Insider.
De hecho, se destacó, “en los últimos años, Florida ha sido el lugar donde más propiedades rusas se han comprado en Estados Unidos”. Sin embargo, las sanciones “impuestas a la élite rusa debido a la invasión de Ucrania por el presidente Vladimir Putin amenazan con poner en peligro su estilo de vida en este pedazo de paraíso”.
En este sentido, se indicó que “a algunos les preocupa que su dinero en los bancos rusos pueda ser incluido en una lista negra si quieren comprar bienes inmuebles en Estados Unidos. Pero en la Pequeña Moscú, la élite rusa sigue evaluando sus opciones”.
La periodista Hillary Hoffower de Business Insider recorrió la zona, donde “dos agentes inmobiliarios me dijeron que el mercado estaba en un compás de espera mientras algunos compradores o vendedores averiguan cómo les afectarán las sanciones, si es que lo hacen”.
En particular, “Ramón Rodríguez, director de ventas de un equipo inmobiliario de Compass con sede en Miami, dijo que ha estado recibiendo solicitudes de compradores ‘oportunistas’ que buscan vendedores rusos y agregó que no ha visto un cambio en la actividad de los compradores rusos – recientemente había mostrado el ático de 7,5 millones de dólares que estábamos visitando en ese momento a uno”.
Rodríguez dijo que “la cantidad de nuevos compradores estadounidenses que buscan en Sunny Isles y el resto del sur de Florida supera con creces cualquier caída en la actividad de los compradores rusos”.
“Si bien en forma esporádica ha visto compradores rusos “súper ricos” en la zona durante su carrera inmobiliaria, dijo, la mayoría no están en el 1% superior”.
Por su parte, Alexandra Peters, de ONE Sotheby’s International Realty, “cuyos listados más recientes incluyen mansiones en Sunny Isles por 11,5 y 8,1 millones de dólares, dijo igualmente que no ha visto ninguna venta de apuro por parte de los nerviosos propietarios rusos.
“Todo el mundo está a la espera”, dijo. “Creo que muchos tienen la esperanza de que las cosas se resuelvan más temprano que tarde”.
Al respecto, expresó sus dudas de que haya una afluencia repentina o un éxodo masivo en la zona. “Será tranquilo y pasará desapercibido”, dijo. “Es demasiado pronto para ver nuevas tendencias de compra y venta”.
Cabe recordar que Sunny Isles Beach “fue originalmente un lugar de libertad para quienes huían del comunismo en la antigua Unión Soviética”, dijo Peters. Pero “también se convirtió en una oportunidad para los que tienen dinero para gastarlo”, dijo.
“No se hacen muchas preguntas sobre la procedencia del dinero”.
Y agregó: “Cuando sos rico y vivís en un estado de miedo, te sientes muy libre aquí. Puedes disfrutar de la vida e ir de compras”.
Por esta razón, la vida en Sunny Isles parece transcurrir con normalidad. “Cuando me aventuré por la zona, vi muchos Lamborghini por la calle y bolsos de Louis Vuitton en el brazo: la gente sigue estrenando primavera en este centro americano de la riqueza rusa”, expresó el periodista.
Daniel Gielchinsky, abogado de DGIM Law, PLLC, en la cercana Aventura (Florida), que se ocupa de muchos litigios inmobiliarios y casos de quiebra en la zona, explicó que cuando una zona geográfica se considera insegura, la gente que vive en ella se va a otro lugar por defecto. “Para algunos empresarios rusos, ese lugar resulta ser el sur de Florida, particularmente en Sunny Isles”.
“Quizá por eso ha notado más actividad en la zona. Señaló que en un solo día vio a tres transportistas de coches de lujo que dejaban Bentleys y Rolls Royces frente a los condominios de lujo. A modo de comparación, dijo que suele ver uno al año allí”.
“Se habla mucho, mucha gente está preocupada por cómo les va a afectar”, dijo Gielchinsky. “Pero cuando ocurre algo así, la gente viene aquí y pone su dinero en otra parte. Invierten, compran un lugar. Tradicionalmente, esos condominios han sido considerados un lugar sabio para poner la moneda, que eventualmente se convierte en dólares.”
Los compradores están ansiosos, pero no hay razón para vender ahora mismo
Al respecto, se indicó que “es posible que los propietarios no tengan prisa por vender, teniendo en cuenta que la incautación de activos en Estados Unidos podría suponer un enorme dolor de cabeza legal para el gobierno”.
“Gielchinsky dijo que las sanciones a los individuos son difíciles de aplicar, especialmente en un país como EE.UU. donde hay presunciones de privacidad. Los compradores adinerados suelen ser capaces de ocultar la verdadera titularidad de una propiedad cuando quieren mover su dinero, estratificándolo a través de sociedades de responsabilidad limitada y fideicomisos.
“¿Qué vas a hacer con él, poner un condominio en la parte trasera de un camión?”, dijo. “Puedes iniciar un procedimiento legal, pero algún abogado aparecerá y dirá: ‘Aquí no hay oligarcas, sigue adelante’”.
Liz Hogan, agente inmobiliaria de Compass, dijo a Pandy: “Realmente tienen demasiado miedo de hacer una cosa u otra. Piensan que si venden, el gobierno les confiscará sus bienes, y es más fácil y seguro conservar la propiedad que tener dinero en efectivo en el banco.”