Los bombardeos de Estados Unidos (EE.UU.) en Irak, que supuestamente fueron una respuesta a la muerte de tres soldados estadounidenses en Jordania, han provocado la indignación de las Fuerzas Armadas iraquíes.
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El portavoz de las Fuerzas Armadas iraquíes, Yahya Rasul, alertó en un comunicado que estos ataques tendrán “repercusiones desastrosas” en la situación de Oriente Medio.
Asimismo, calificó los ataques como una agresión a la soberanía de Irak y un obstáculo para la estabilidad del país.
«Estos ataques se consideran una violación a la soberanía iraquí, socavan los esfuerzos del Gobierno iraquí y representan una amenaza que arrastrará a Irak y a la región a consecuencias imprevistas», indicó.
Este pronunciamiento vino después de que Estados Unidos atacó 85 objetivos en Siria e Irak.
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El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó que los bombardeos provocaron la muerte de 18 milicianos y destruyeron posiciones de los grupos armados apoyados por Teherán en la provincia oriental siria de Deir Ezzor.
«Al menos 18 combatientes proiraníes murieron» en bombardeos en el este de Siria, cinco de ellos en Deir Ezzor, indicó el OSDH, una ONG con sede en Reino Unido, reseñó DW.