Malinda Hoagland, una niña de 12 años, murió tras sufrir brutales torturas a manos de su padre y su madrastra en una comunidad del municipio de West Caln, Pensilvania, Estados Unidos (EE.UU.).
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Según reseñó Infobae, el caso salió a la luz el pasado 4 de mayo, cuando Rendell Hoagland, de 52 años, llamó al 911 y reportó que su hija estaba inconsciente.
Una vez llegó el personal de emergencia, Malinda fue llevada al Hospital Paoli, donde su situación se tornó crítica. “Malinda estaba destrozada y apenas viva”, afirmó el fiscal de distrito del condado de Chester, Christopher L. de Barrena-Sarobe, quien además destacó la severidad del maltrato al que fue sometida la niña: “Malinda fue sometida a un mal y un tormento que ningún niño debería soportar”, dijo.
La víctima fue encontrada en un estado crítico de malnutrición, con múltiples huesos rotos y pesando apenas 23 kilogramos, por lo que falleció poco después de ser hospitalizada.
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Su padre y su novia Cindy Warren, de 45 años, han sido detenidos y enfrentan cargos de intento de homicidio criminal, agresión agravada, secuestro, entre otros. Las autoridades están considerando imputarles cargos de asesinato, y continúan analizando los restos de la niña para establecer con precisión la causa de su muerte y determinar la extensión exacta de sus lesiones, lo que podría influir en los cargos finales contra Hoagland y Warren, añadió Infobae.
La policía descubrió evidencia digital de abusos habituales. En los teléfonos de su papá y la novia encontraron videos y mensajes que documentaban el encadenamiento de Malinda a muebles y el sometimiento de la niña a ejercicios físicos extenuantes. También era privada de alimentos.