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Secretario del Tesoro de EEUU está poco preocupado por crisis financiera tras pandemia

Así lo afirmó el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin quien dijo no estar preocupado sobre los dos billones de dólares que el gobierno está gastando para aliviar la crisis del coronavirus ya que se puede financiar esa deuda a tasas inusualmente bajas.

Al forzar la pandemia el cierre de miles de empresas estadounidenses y el despido de unos 30 millones de trabajadores, el Congreso y el presidente Donald Trump acordaron enviar dinero a compañías y a la mayoría de los estadounidenses para ayudarles durante la crisis.

Con el rápido surgimiento de la pandemia, el dinero era recién impreso, no había sido cubierto por los ingresos fiscales. Pero Mnuchin le dijo a la cadena CNBC no estar preocupado.

“Una de las razones por la que me siento cómodo con nosotros gastando todo este dinero es porque las tasas de interés están muy bajas”, dijo Mnuchin. “Y estamos aprovechando tasas de interés de largo plazo. Entre 10, 20 y 30 años, estamos prestando esta gran suma de dinero a largo plazo para que podamos fijar estos 3 billones de dólares por un muy, muy largo tiempo”.

Las tasas de interés de largo plazo del Tesoro están cerca de su nivel más bajo en la historia. El rendimiento de las notas del Tesoro de 10 años de plazo estaban a una tasa de interés del 0,68 por ciento el lunes, una reducción del 1,87 por ciento de diciembre. Los bonos a 30 años de plazo se negocian a 1,38 por ciento, abajo del 4,5 por ciento en el 2011.

El jefe del Tesoro dijo, sin embargo, que el gobierno no refinanciaría deudas ya existentes.

“Obviamente no queremos alterar los mercados demasiado”, dijo. “Yo no creo que necesitemos comprar de nuevo deuda. Creo que tenemos tremendas oportunidades sin tener que comprar deuda”.

El gobierno informó el viernes que la tasa de desempleo de abril fue del 14,7 por ciento, la más alta desde la Gran Depresión, en la década de los 1930.

Estados Unidos, con casi 80.000 muertes por el coronavirus, ha tenido mucho más muertes que cualquier otro país en el mundo. Algunos analistas pronostican que unos 137.000 estadounidenses podrían morir antes de agosto.

 

Con información de la Voz de América