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Inmigración

Cientos de trabajadores migrantes son desalojados del centro de Doha antes del Mundial

Las autoridades cataríes han desalojado a cientos de trabajadores migrantes de los edificios del centro de Doha, añadiendo un nuevo capítulo sombrío a los preparativos de la próxima Copa del Mundo, informaron este sábado habitantes y trabajadores.

Empleados municipales y agentes de seguridad se instalaron el miércoles por la noche en una docena de edificios para limpiarlos y cerrarlos, según residentes.

La zona afectada, en su gran mayoría alrededor de Al Mansoura, fue drásticamente renovada en los últimos años y cientos de aficionados de la Copa del Mundo se alojarán en los apartamentos del barrio, donde decenas de palas mecánicas están aparcadas en las calles.

El gobierno declaró que los edificios eran «inhabitables», que se había dado un aviso y que otro «alojamiento seguro y apropiado» había sido encontrado para las personas afectadas.

– «Progresos increíbles pero insuficientes» –

Yunus, un chófer bangladesí, que estaba en el barrio el sábado por la mañana, tres noches después de haber sido expulsado de su domicilio, explicó haber dormido en la parte trasera de su camión en una calle del barrio Al Mansoura.

«La primera noche fue un caos y no había suficiente espacio para que todos fueran a otros lugares», dijo.

En cualquier caso, «este camión es mi vida y no lo abandonaré mientras no tenga un lugar en el que pueda aparcarlo cerca», añadió Yunus, que añadió que era la tercera vez que se veía obligado a mudarse en tres años.

Los migrantes, mayoritariamente originarios de India, Pakistán, Bangladesh y Nepal, pero también de Filipinas o de países africanos como Kenia o Uganda, representan más del 80% de los 2,8 millones de habitantes de Catar.

El rico estado del Golfo, que gastó miles de millones de dólares para acoger el torneo del 20 de noviembre al 18 de diciembre ha sido el centro de críticas de organizaciones de defensa de los derechos humanos y de sindicatos internacionales, en especial por el trato a los trabajadores extranjeros que han construido la mayoría de los nuevos estadios e infraestructuras de transporte para acoger este torneo.

Estas organizaciones han denunciado las condiciones de trabajo de los obreros, salarios impagados e incluso muertes en las obras, cuyo número a día de hoy sigue siendo incierto.

La Confederación Sindical Internacional, que reagrupa a las organizaciones sindicales de todo el mundo, reconoce sin embargo una mejora en los últimos años. Su secretaria general, Sharan Burrow, celebraba recientemente ante la AFP los «progresos increíbles» de Catar en ese aspecto, si bien los consideraba insuficientes.

Catar afirma haber aplicado numerosas reformas estos últimos años y su dirigente, el emir Tamin bin Hamad Al Thani, se reveló la última semana contra las «invenciones de doble rasero» en las que describe como una «campaña sin precedentes» las críticas desde que el país obtuvo la Copa del Mundo.

– Oscuros y cerrados –

El jefe sudasiático de un comercio abierto 24 horas al día en Al Mansoura y que vio las expulsiones en dos edificios, declaró que la mayoría de los trabajadores no pagaban ningún alquiler y no tenían ningún contrato.

«Son esencialmente ‘ocupas'», dijo, pidiendo mantener el anonimato. «Se quedan varios días en un edificio y después están obligados a encontrar otro».

«Eran buenos clientes. Había traído arroz suplementario porque me compraban mucho. Ahora me lo tengo que quedar», añadió.

Todos los edificios vacíos vistos por la AFP estaban oscuros sin ningún indicio de que vayan a ser utilizados próximamente.

Los habitantes han declarado que la mayoría de los hombres expulsados se mudarían a la inmensa zona industrial de Doha o a las ciudades más alejadas de la capital. La gran parte de las personas expulsadas no trabajaban para las grandes empresas que proporcionan un alojamiento y comida a los obreros.

Muchos trabajan por un salario diario o para pequeñas empresas. «Viven en estos bloques para evitar pagar un alojamiento. Los salarios son bajos, cada céntimo cuenta», declaró un migrante que vive cerca de uno de los inmuebles vaciados.

AFP.