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Colombia propondrá fondo internacional para campesinos que preserven la Amazonía

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció este jueves que pedirá a los países ricos y a grandes empresas pagar a los campesinos por cuidar la selva amazónica y recuperar las zonas deforestadas.

Desde Leticia (sur), la capital del departamento del Amazonas, el mandatario dijo que llevará la iniciativa a la próxima conferencia de la ONU sobre el clima, la COP27, que se celebrará en Egipto en noviembre.

«Tiene que construirse un fondo financiero de aproximadamente 500 millones de dólares al año, permanentemente durante 20 años, para que las grandes empresas del mundo y los gobiernos más ricos sean capaces, si de verdad quieren adelantar la lucha contra el cambio climático, de financiarnos ya sea a través de los bonos de carbono o a través de aportaciones directas», dijo Petro en una escuela indígena.

Con ese dinero el nuevo gobierno aspira pagar salarios mensuales a «cien mil familias amazónicas» que dejen «nacer la selva allí donde ya se ha quemado» o la protejan «allí donde es vulnerable» para «rescatar 21 millones de hectáreas» destruidas en la subregión más rica y densa en biodiversidad del planeta.

La cuenca del Amazonas, que abarca 7,4 millones de km2, cubre casi el 40% de América del Sur y se extiende por nueve países, con una población estimada en 34 millones de personas.

El primer presidente de izquierda en la historia de Colombia asumió el 7 de agosto con un ambicioso proyecto ambiental que aspira llevar al país hacia las energías limpias y cesar la exploración de nuevos pozos petroleros, entre otras medidas.

En un discurso pasado por la lluvia el mandatario además ordenó a la fuerza pública capturar a los «grandes depredadores de la selva amazónica» y «responder de manera inmediata» a cualquier incendio.

«La fuerza pública aquí simplemente tiene que detener los grandes capitales que se están moviendo para quemar la selva amazónica. No quiero que se golpee al campesino», solicitó.

Colombia es uno de los países más biodiversos del mundo y el más peligroso para los líderes ambientales que son blanco frecuente en el prolongado conflicto armado, según la ONG Global Witness.

Entre 2018 y 2021 el país perdió por la deforestación una superficie de 7.018 km2, un poco más que la extensión de la ciudad brasileña de Sao Paulo, de acuerdo a la ONU.

La mayoría de bosques arrasados se registraron en el Amazonas.

«Si se acaba la selva amazónica, una de las más grandes esponjas del gas C02 que está calentando el planeta y cambiando el clima, (…) se acaba la humanidad», advirtió Petro.

AFP.