El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, llegó este martes a Mogadiscio para una breve visita a Somalia, un país azotado por los conflictos y los desastres climáticos.
Guterres fue recibido en el aeropuerto de la capital somalí por el ministro de Relaciones Exteriores de Somalia, Abshir Omar Huruse, según imágenes difundidas en las redes sociales.
Somalia impuso un bloqueo de seguridad en Mogadiscio para esta visita que no fue anunciada previamente.
La mayoría de las carreteras están cerradas a la circulación y el transporte público está restringido.
La visita de Guterres coincide con una calamitosa sequía dejó a muchas personas al borde de la hambruna.
También con una gran ofensiva gubernamental contra la sangrienta insurgencia islamista.
La ONU lanzó un llamado a colectar 2.600 millones de dólares para ayuda humanitaria a este sufrido país del Cuerno de África.
Hasta el momento, sólo logró juntar el 13% de esa suma.
Cinco temporadas consecutivas de escasez de lluvias en algunas zonas de Somalia, Kenia y Etiopía causaron la peor sequía en cuatro décadas, acabando con el ganado y los cultivos.
La sequía, que afecta en Somalia a 8,3 millones de somalíes, empujó a por lo menos 1,7 millones de personas a abandonar sus hogares en busca de agua y alimentos.
La ONU sostiene que cerca de la mitad de la población de Somalia necesitará ayuda humanitaria este año.
«El fin de la crisis está lejos: las necesidades siguen siendo elevadas y urgentes», declaró la semana pasada en Ginebra Adam Abdelmoula, coordinador residente de la ONU para Somalia.
«Algunas de las zonas más afectadas siguen enfrentándose al riesgo de hambruna», agregó.
AFP