Fuerzas de seguridad detuvieron al líder opositor ruso, Alexéi Navalni, quien este domingo regresó a su país natal.
El dirigente, un duro crítico del Kremlin y del presidente Vladimir Putin, fue arrestado por agentes de la policía en el aeropuerto moscovita de Sheremétievo.
La captura de Navalni se produjo cuando el político y abogado se disponía a pasar el control de pasaportes.
Representantes de los Servicios Penitenciarios de Rusia habían advertido que el opositor podía ser detenido si colocaba un pie en territorio ruso.
Esos mismos funcionarios han acusado al líder de transgredir la pena que le fue impuesta en 2014 y que le obligaba a presentarse, ante ellos, unas dos veces por semana.
Alexéi Navalni llegó a Moscú procedente de Berlín. El dirigente, de 44 años de edad, permaneció por varios meses en un centro asistencial de la capital alemana.
Allí se recuperó luego de un intento de asesinato por envenenamiento. Exámenes de sangre y de orina demostraron que el abogado fue intoxicado con Novichok, una sustancia potencialmente mortal, que fue fabricada en la extinta Unión Soviética.