Rusia, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores, aseguró este viernes que fomenta los “contactos constructivos entre todas las fuerzas políticas responsables de Venezuela”, para retornar las negociaciones de México que fueron suspendidas luego de la extradición de Alex Saab a Estados Unidos.
Rusia manifestó que el curso «exitoso» de las negociaciones en México al parecer no formaba parte de los planes de Washington, a quien acusó de trastocar este proceso mediante una intervención directa en octubre de 2021, con la «violación de las normas jurídicas internacionales generalmente reconocidas» contra Alex Saab, presunto testaferro del régimen madurista.
«Se ha advertido públicamente en repetidas ocasiones que esta medida destruiría la atmósfera constructiva de las conversaciones. Desafortunadamente, eso es exactamente lo que sucedió», indicó al tiempo que resaltó, que su posición desde un principio ha sido que la solución de las discrepancias venezolanas sólo puede lograrse mediante un diálogo pacífico e incluyente de todas las fuerzas políticas.
Rusia, según señaló, ha apoyado constantemente todos los intentos de conversaciones entre venezolanos, en Oslo, en Barbados y en la Ciudad de México. Sin embargo, resaltó que hay que tener en cuenta que los países mediadores y escolta, uno de los cuales es ahora Rusia, sólo están llamados a promover el desarrollo del diálogo y el derecho a reanudar el proceso de negociación «pertenece exclusivamente a las partes venezolanas».
Sobre las elecciones regionales en Venezuela, afirmó que sin duda, sirvieron para estabilizar el proceso político. «La votación se llevó a cabo en estricto apego a la Constitución de Venezuela y la legislación nacional, acompañada por observadores internacionales de 55 países», aseveró.
Desde su punto de vista, la participación en el proceso electoral de una amplia gama de fuerzas de oposición se hizo posible gracias a las negociaciones celebradas en México entre el régimen y la Plataforma Unitaria, y señaló que entre otros resultados importantes de este formato, está el supuesto reconocimiento por parte de la oposición de la legitimidad de Nicolás Maduro y el consenso de los partidos venezolanos sobre el impacto perjudicial de las restricciones unilaterales de EE.UU.
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