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Opinión

El enigma del Antropoceno

Cortesía: Efecto Cocuyo

Por Paulino Betancourt Figueroa | @p_betanco

Esta semana los científicos han dado un golpe contundente en una prolongada disputa sobre una gran pregunta: ¿Hemos impactado tanto la Tierra que ahora vivimos en una nueva época climática? Durante 15 años, un grupo de geólogos ha estado recopilando evidencia para argumentar precisamente sobre esto. Afirman que la humanidad ha marcado el inicio del Antropoceno, un nuevo capítulo en la historia de la Tierra, resultado de nuestra huella en el planeta.

Han buscado pruebas en todo el mundo y sin embargo, no es sencillo sostener que nos encontramos en una nueva época. Se trata de un término técnico que describe un período de tiempo que normalmente abarca unos pocos millones de años. Aunque parezca mucho, no se compara con un período geológico como el Jurásico, que duró 54 millones de años, o una “era” como el Mesozoico, que abarcó 186 millones de años.

Buscando evidencias

A lo largo de la historia, la Tierra ha atravesado diversas épocas geológicas, cada una registrada en las diferentes capas de rocas. Por ello, un grupo de geólogos se embarcó en la búsqueda de un lugar en el planeta donde encontrar las evidencias, bien sea en las rocas, los sedimentos o el hielo, que revelen de manera inequívoca la transición a un nuevo capítulo.

Desde 2009, estos científicos han explorado el planeta y han encontrado varios candidatos interesantes, desde una turbera en Polonia pasando por un arrecife de coral en Australia, hasta el hielo de la Antártida.

Sin embargo, el Grupo de Trabajo del Antropoceno, como se denomina este equipo de investigación, tenía un objetivo claro: seleccionar un sitio donde el registro geológico dejara en claro que habíamos dejado atrás la época del Holoceno, que comenzó hace 11.700 años al final de la última era glacial. Finalmente, en 2023, los geólogos anunciaron haber encontrado el “santo grial”: un pequeño lago en Canadá.

Este humilde lago, con sus rocas y sedimentos meticulosamente estudiados, se convirtió en el testigo silencioso de nuestra influencia en la historia de la Tierra durante el Antropoceno.

En las profundidades de esas aguas, todo lo que se hunde en los sedimentos generalmente permanece sin mezclarse con las capas superiores, preservando y ofreciendo un registro sorprendentemente detallado de los cambios ocurridos.

Desde mediados del siglo XX, el sedimento ha sido inundado por los subproductos de la actividad humana: isótopos de plutonio de las bombas nucleares que se han detonado, cenizas de los combustibles fósiles y nitrógeno de los fertilizantes usados.

Fue también durante este período que comenzamos a observar fenómenos como el calentamiento global, el aumento del nivel del mar y la acidificación de los océanos.
Por lo tanto, el Grupo de Trabajo sostuvo que el Antropoceno tuvo su inicio alrededor de 1950. Sin embargo, esta afirmación ha generado controversia. Algunos científicos argumentan que carece de sentido considerar nuestro período actual como una época, dado que es increíblemente breve en términos geológicos.

Lucha compleja

En la actualidad, un grupo de expertos en cronometría terrestre ha votado en contra de exaltar el Antropoceno. Y si bien esto podría parecer simplemente una pelea semántica, la lucha por el Antropoceno es mucho más compleja.

Si consideramos que el Holoceno se extendió por 11.700 años, surge la pregunta: ¿Es apropiado asignar la misma designación a un período de 75 años? Incluso entre aquellos que concuerdan en que la actividad humana ha marcado el inicio de una nueva época, existen desacuerdos sobre cuándo exactamente comenzó esta era.

El químico atmosférico Paul Crutzen, quien originalmente acuñó el término Antropoceno, sostiene que se inició a finales del siglo XVIII, debido a las emisiones de gases de efecto invernadero que se dispararon con la Revolución Industrial. Algunos miran aún más atrás, hacia las potencias coloniales que asolaron el continente americano.

Sin embargo, hay quienes argumentan que los seres humanos han estado transformando el planeta desde los albores de la agricultura, por lo que intentar señalar un punto de partida posterior sería arbitrario.

El investigador Erle Ellis, un ecologista que formó parte del Grupo de Trabajo del Antropoceno durante 14 años, se opuso firmemente a la idea de trazar una línea clara entre antes y después de 1950, y finalmente presentó su carta de renuncia.

Según Ellis, dividir el tiempo de esa manera “niega la historia más profunda y las causas fundamentales de la crisis socioambiental que se desarrolla en la Tierra”. Además, cuestiona si los cambios provocados por las naciones industriales y coloniales antes de 1950 fueron lo suficientemente significativos como para transformar nuestro planeta.

Huellas

Aunque algunos científicos se sintieron incómodos al utilizar la etiqueta Antropoceno como una declaración sobre el impacto humano en el planeta, otros académicos la aceptaron. El geólogo Emlyn Koster, por ejemplo, afirmó al New York Times en 2022, que los investigadores no deberían considerar la definición del Antropoceno, “nunca lo concebí como un mero proyecto geológico, sino como una iniciativa con el potencial de beneficiar al mundo en su conjunto”, afirmó Koster.

A pesar de que la Subcomisión de Estratigrafía Cuaternaria, el organismo encargado de reconocer las unidades de tiempo geológicas, ha rechazado oficialmente al Antropoceno como una nueva época, algunos científicos insisten en que los seres humanos seguimos dejando huellas en la historia de la Tierra. Estamos en el Antropoceno, independientemente de una línea en la escala de tiempo.

El término Antropoceno ya está en uso y es ampliamente comprendido. Por ejemplo, en el año 2020, la artista Grimes lanzó un álbum titulado ‘Miss Antropoceno’. Esta etiqueta se ha convertido en una herramienta para que las personas tomen con mayor seriedad el cambio climático que estamos causando.

 

Con información de: Efecto Cocuyo