Las acusaciones rusas sobre el posible uso de una «bomba sucia» por parte de Ucrania son una táctica clásica de Moscú, que consiste en «acusar a los otros de lo que tienen la intención de hacer», advirtió el martes el secretario general de la Alianza Atlántica (OTAN).
«Rusia sigue acusando falsamente a Ucrania de fabricar una bomba sucia. Esto es absurdo: ¿por qué iba a utilizar Ucrania una bomba sucia en los territorios que quiere liberar?», declaró Jens Stoltenberg a la AFP-TV.
«Rusia (…) debe entender que no aceptaremos falsos pretextos para una nueva escalada en la guerra en Ucrania», insistió el jefe de la OTAN durante una entrevista realizada en la cubierta del portaaviones USS George H.W. Bush, que participa en el ejercicio «Neptune Strike 2022» en el Mediterráneo.
Desde el domingo, Moscú acusa a Ucrania de querer lanzar una bomba radiactiva en su propio país para después señalar a Rusia.
«Sabemos que los rusos suelen acusar a otros de lo que ellos mismos pretenden hacer. Lo vimos en Siria, lo vimos al principio de esta guerra en Ucrania», enfatizó Stoltenberg.
«Este portaaviones envía un poderoso mensaje de la Alianza: mantiene nuestras vías marítimas abiertas, puede responder a los ataques y contribuye a una mayor vigilancia de la OTAN desde el Báltico hasta el Mediterráneo y el mar Negro», añadió.
El jefe de la OTAN también insistió en que los aliados de Ucrania no negociarían ni concluirían «un acuerdo sobre Ucrania sin Ucrania».
«Lo que Ucrania pueda conseguir en la mesa depende de su fuerza en el campo de batalla. La única posibilidad que tiene de sobrevivir como nación independiente es hacer retroceder a las fuerzas rusas para alcanzar una solución política aceptable en las negociaciones», explicó.
AFP.