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Venezuela

Analistas: Apagones pueden ser «cuello de botella» para la economía venezolana

Sin luz
Foto referencial- Pixabay

Los constantes apagones en las distintas regiones de Venezuela pueden ralentizar la economía del país, en un momento donde se espera una mejoría en el desempeño de varios sectores, entre ellos el petrolero, indicaron analistas a Voz de América.

Las interrupciones constantes del servicio eléctrico en múltiples regiones de Venezuela pueden ralentizar la actividad económica nacional en momentos que se prevé una mejoría en el desempeño de algunos sectores, como el petrolero, según analistas consultados por la Voz de América.

La crisis eléctrica, declarada como “emergencia” por el gobierno del expresidente Hugo Chávez, en diciembre de 2009, persiste en múltiples regiones de Venezuela.

Usuarios de la mayoría de los estados del país siguen reportando fallas inesperadas y racionamientos diarios de la electricidad durante horas, lo que no sólo supone desafíos y molestias en las rutinas personales y familiares, sino también en las empresariales.

De enero a septiembre, las denuncias de cortes eléctricos aumentó un 28,6 % en las regiones principales del país, de acuerdo con el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos.

Uno de sus informes recientes advirtió sobre la insuficiente generación de energía eléctrica en el país: sólo están disponibles 12.000 megavatios de los 36.000 megavatios de capacidad instalada.

Un problema que limita la economía

El economista y científico de datos Giorgio Cunto explica que el desempeño de las economías está estructurado en torno a la disponibilidad y uso continuo de energía eléctrica desde el siglo pasado.

Si ella falla, las economías se resienten.

“La capacidad que tiene un país de dotarse, generar, transmitir y distribuir energía eléctrica es uno de los pilares fundamentales alrededor de los cuales puede delimitar la profundidad y extensión de su actividad económica”, comenta.

Cunto observa que, en Venezuela, las fallas en el servicio eléctrico corresponden a “una crisis generalizada en la dotación y cobertura de servicios públicos que negativamente impacta esa actividad económica”.

A su juicio, “la limita de forma estructural”.

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Todo apagón supone “un choque que reduce sustancialmente o hasta paraliza la actividad económica” en cualquier sector, como el comercial, el industrial o el manufacturero, precisa Cunto, con estudios especializados de finanzas y economía en The London School of Economics and Political Science (LSE), de Inglaterra.

Esos sectores, en caso de interrupciones eléctricas, “se paralizan por completo o quedan reducida en escalas y sofisticación”, dice a la VOA.

“Eso es trabajo que no se realiza, valor agregado que no se da, riqueza que no se crea y bienestar que se pierde”, acota.

Muchos cortes, poco fruto

La anécdota corriente en Venezuela es que la luz está fallando donde antes no solía hacerlo, como en Carabobo, subraya el economista y profesor universitario Aldo Contreras.

Los cortes eléctricos de varias horas por día “hacen que no se dinamice el aparato económico” y que Venezuela tenga “una economía más ineficiente”, advierte.

Precisa que las zonas industriales de la frontera entre Ureña, Colombia, y San Cristóbal, en el occidente venezolano, pasan hasta 12 horas al día sin energía eléctrica.

Contreras, especialista en relaciones económicas internacionales, indica que los costos asociados a los apagones suelen impactar en los bolsillos de la empresa privada.

“Las industrias tienen que generar su propia energía eléctrica a costos mucho más elevados. Tienen que adquirir una planta eléctrica por entre 10.000 y 20.000 dólares, colocarle correa de tiempo, bujía, los costos técnicos, surtirla de gasoil o gasolina comprados en un mercado paralelo” debido a su escasez en las estaciones de servicio, especifica.

Con información de VOA