El pasado 20 de septiembre, la Guardia Costera del Caribe Neerlandés en Curazao, interceptó una embarcación que llevaba a bordo a 19 personas, entre ellas cinco menores de edad, quienes se mantienen detenidos, lo que generó una lluvia de críticas sobre las autoridades de la isla.
La lancha salió del estado Falcón y los viajeros tenían como objetivo entrar de forma ilegal a Curazao para reencontrarse con sus familiares.
Organizaciones sociales piden que brinden un trato humanitario a los niños, ya que permanecen aislados, separados de sus familiares y representante y no suministran ninguna información con respecto a la salud física o al estado de los niños en general.
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Desde la Plataforma de Coordinación Interegencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V) se dijo que el Ministerio de Justicia de Curazao pidió que nos los acusaran de crear traumas a los niños, sino que más bien pensaran en la irresponsabilidad de los padres que arriesgan a sus hijos a morir en el mar, según reseñó el medio Crónicas del Caribe.
También se pudo conocer que las autoridades de la isla abrieron una averiguación por trata y tráfico de personas. Por el momento tienen a los niños internados en una especie de casa hogar, mientras los adultos están una cárcel.