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Venezuela

EN ZONAS DE RIESGO | Colegios diseñan protocolos para protegerse de las balas

En las paredes de un colegio público de una barriada al este de Caracas está escrita la frase «zona de seguridad». Las letras en pintura negra son una advertencia y, al mismo tiempo, un mecanismo de defensa. Es ese el espacio donde estudiantes y profesores deben protegerse en caso de fuego cruzado.

Las detonaciones cerca de esa escuela, enclavada en la cima de los llamados «cinturones de miseria» de la capital venezolana, se escuchan entre 4 a 5 veces por semana, de acuerdo con la directora de la institución, que prefiere mantener su identidad en resguardo. Con desesperanza, cuenta que los alumnos se habituaron a diferenciar el calibre de las municiones, publicó Voz de América.

Hace un par de meses, a las 9 de la mañana, en pleno horario de clases, 15 agentes de la policía entraron por la fuerza a la institución. Buscaban a un delincuente que se había ocultado dentro del colegio.

El operativo dejó marcadas las huellas de las balas en uno de los muros, que aún pueden verse, pues no hay presupuesto para cubrir ese mal recuerdo con cemento y pintura.

«Hemos tenido que formar a nuestros niños para saber qué hacer en caso de una detonación, en caso de una emergencia, que los niños aprendan que no es salir corriendo por el medio de la calle, que no pueden empezar a pegar gritos y a dar carreras, sino que -por el contrario- al sentir algún movimiento extraño, ya ellos empiecen a ser precavidos», relata la docente con tres décadas de experiencia.

Cuando se escuchan los disparos, el entrenamiento que recibieron de parte del Comité Internacional de la Cruz Roja instruye que deben lanzarse al suelo, alejarse de las ventanas y hacer lo posible para llegar hasta los espacios marcados como «zona de seguridad».

«Ya hay niños que están afectados, de hecho, cuando se hacen las prácticas, para evitar qué hacer en el momento dado, hay niños que se muestran muy nerviosos, que les da por llorar», relata.

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