Los habitantes del estado Lara, al centroccidente de Venezuela, arribaron a su segundo día de protestas. La región, que resintió los más recientes apagones y que desde hace tres meses experimenta problemas con el surtido de agua potable, también enfrenta inconvenientes con la distribución de gas doméstico.
En la Rinconada, una comunidad que se ubica al norte de Barquisimeto, la capital larense, una mujer de avanzada edad dijo sentir preocupación. Según ella, las dificultades para conseguir el combustible complican la elaboración de las comidas. “Esto es horrible, esto es una guerra fría, pero la estamos sintiendo”, afirmó.
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