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A los 85 años se apaga la voz de la soprano Monserrat Caballé

La madrugada de este sábado, en el Hospital Sant Pau de Barcelona en España, se sintió el último suspiro de la diva de todos, Montserrat Caballé ahora su prodigiosa voz se escuchará desde el cielo.

La soprano Montserrat Caballé se encontraba hospitalizada desde mediados de septiembre por un problema de vesícula, su funeral fue programado para el lunes al mediodía en el tanatorio de Les Corts, el velorio será este domingo dese las dos de la tarde.

Los más importantes teatros de Opera resonaron con una de las más grandes voces líricas del siglo XX. Montserrat Caballé será recordada por tener un sentido de humanidad de sentimientos a flor de piel, en el País de España la recuerdan por su presentación con las lágrimas de la artista/mujer/barcelonesa ante el teatro del Liceo.

Nació el 12 de abril de 1933 en el barrio de Gràcia de Barcelona, en el seno de una familia modesta, se graduó en 1954 e hizo su primer estreno operístico con el papel de Serpina de La serva padrona, de Giovanni Battista, en el Teatro Principal de Valencia el 27 de junio de 1955. Rápidamente se proyectó en los principales teatros de ópera del mundo, sobre a todo a partir del éxito arrollador que tuvo el 20 de abril de 1965 con Lucrecia Borgia, de Gaetano Donizetti, cuando sustituyó a una indispuesta Marilyn Horne en el Carnegie Hall de Nueva York.

Su voz se escuchó junto a las mejores orquestas y los más prestigiosos directores, entre ellos Herbert von Karajan, Leonard Bernstein, Zubin Mehta, James Levine, Claudio Abbado, Seiji Ozawa o Riccardo Muti.

Caballé compartió escenario con grandes artistas, tres de ellos fueron los más especiales: Pavarotti, Plácido Domingo y Carreras. “Cuando cantaba Manon Lescaut con Plácido Domingo, que estaba maravilloso, él me decía que descubría un nuevo mundo cantando conmigo y a mí me sucedía lo mismo. Con José Carreras he tenido una relación muy especial, nos quedábamos embelesados escuchándonos mutuamente. Y con Luciano Pavarotti, es que era como un padre”, recordaba.