Más de 100 menores de edad han sido utilizados por grupos armados ilegales en Colombia en los últimos dos años, en medio del peor rebrote de violencia desde el acuerdo de paz de 2016, informó este viernes la Defensoría del Pueblo.
La entidad estatal que vela por los derechos humanos «conoció información sobre 114 casos de reclutamiento forzado, uso y utilización de niños, niñas y adolescentes, desde marzo de 2020», según un comunicado enviado a medios.
«Esta cifra es sólo una muestra del fenómeno, que presenta un claro subregistro, dado que este crimen contra la niñez no se denuncia porque las familias tienen temor a las represalias de los grupos armados ilegales», agrega el texto.
A lo largo de los sesenta años de conflicto armado en Colombia, grupos guerrilleros de izquierda y paramilitares de ultraderecha han reclutado ilegalmente a miles de menores de edad para reforzar sus filas.
Según la Defensoría, la mayoría (83%) de las 114 víctimas vivía en zonas rurales. El 20% eran indígenas y el 4% negros.
«Estado, familia y sociedad debemos asumir el compromiso de evitar que sigan siendo víctimas de los violentos y particularmente del reclutamiento, que es una de las más aberrantes conductas que se cometen contra la infancia de nuestro país», dijo el defensor del Pueblo, Carlos Camargo, citado en el comunicado.
Los principales responsables son disidentes de las FARC que no se acogieron al acuerdo de paz (68,3%), el ELN, última guerrilla reconocida del país (6,5%); y herederos de los grupos paramilitares que se desmovilizaron en 2006 (4,7%).
Los grupos rebeldes que no firmaron la paz en 2016 se disputan las rentas del narcotráfico con otras organizaciones armadas.
Según la ONG Indepaz, suman unos 5.000 combatientes sin mando único y se nutren mayoritariamente con nuevos reclutas.
Los comandantes de la que fuera la guerrilla más poderosa de América son investigados por un tribunal de paz surgido del pacto por haber enrolado a más de 19.000 menores en sus cinco décadas de levantamiento armado.
AFP.